Otro año más encontramos una nueva edición de la conocida fiesta de exaltación murciana el Bando de la Huerta, o mirando como queda mi querida ciudad bien podriamos redenominarlo como el Bando de la Mierda, con perdón.
Para no llamar a equivocos parto diciendo que yo me visto de huertano, si bien hace años cambié el zaraguel por el pantalón de pana, por aquello de la estética y de los socorridos bolsillos de este último, y que gracias a Dios mi novia se viste de huertanica, con sus esparteñas y todo.
No es una fiesta que me apasione, pero reconozco que los que nos sentimos orgullosos de nuestra tierra, sin necesidad de considerarnos nación histórica o de invertarnos una raza superior alejada de infecciones foráneas, disfrutamos de estos dias de esparcimiento donde, ataviados con la indumentaria típica, recordamos nuestras raices, gastronomía, historia y demás, en definitiva de nuestra propia particularidad, entendida en el buen sentido desde luego.
Hasta aquí todo me parece bien, e incluso es un buen dia para compartir con los amigos de un rato de esparcimiento, y por supuesto permitirnos algún pequeño exceso, que para eso son las fiestas, que ya vendrán los duros dias laborables; esto es una cosa y otra bien distinta es lo que se ha convertido en el Bando de la Huerta, o de la Mierda desde hace un tiempo.
Siempre he dicho que hasta la una de la tarde es horario familiar, donde podemos ver a parejas ataviadas con el traje regional y cada vez más pequeños púberes provistos de zaraguel o refajo según convenga; pero a medida que avanzan las horas los vapores etílicos, estupefacientes y fisiológicos se van haciendose más que abundantes. Las calles del centro, en especial los aledaños de la plaza de la Universidad asi como todos los jardines o esquina con algo que parezca verde se llenan de borrachos, meones, con perdón de nuevo, y cosas peores. La fiesta ha degenerado hasta el todo vale, un dia en el que no sólo puedes beber, comer, hacer proposiciones de sexo o matrimonio (de cualquier orientación faltaría más) en plena calle, sino que si te da un apretón acercate al portal más cercano y desahogate a gusto.
Creo que las autoridades municipales deberían tomar cartas en el asunto de forma inmediata, si el resto del año es objeto de multa el miccionar en la calle, debe serlo más en un dia donde nos visitan gentes de todos los rincones, a los que más que aproximarles a nuestro modo de vivir en antaño, parece que les enseñamos lo marranos y asquerosos que podemos llegar a ser, además de parecer lo más cateto e impresentable que uno pueda llegar a imaginar.
Una verdadera lástima, seguro que hay gente que quiere que el bando siga siendo lo que es, una excusa para emporretarse y cargarse todo lo que les salga de camino, yo soy de los que creo que el Bando de la Huerta debe volver a ser lo que en sus origenes concibieron sus creadores, un portal de la Murcia costumbrista que se brinda al Mundo y no un estercolero abierto las 24 horas.
Para no llamar a equivocos parto diciendo que yo me visto de huertano, si bien hace años cambié el zaraguel por el pantalón de pana, por aquello de la estética y de los socorridos bolsillos de este último, y que gracias a Dios mi novia se viste de huertanica, con sus esparteñas y todo.
No es una fiesta que me apasione, pero reconozco que los que nos sentimos orgullosos de nuestra tierra, sin necesidad de considerarnos nación histórica o de invertarnos una raza superior alejada de infecciones foráneas, disfrutamos de estos dias de esparcimiento donde, ataviados con la indumentaria típica, recordamos nuestras raices, gastronomía, historia y demás, en definitiva de nuestra propia particularidad, entendida en el buen sentido desde luego.
Hasta aquí todo me parece bien, e incluso es un buen dia para compartir con los amigos de un rato de esparcimiento, y por supuesto permitirnos algún pequeño exceso, que para eso son las fiestas, que ya vendrán los duros dias laborables; esto es una cosa y otra bien distinta es lo que se ha convertido en el Bando de la Huerta, o de la Mierda desde hace un tiempo.
Siempre he dicho que hasta la una de la tarde es horario familiar, donde podemos ver a parejas ataviadas con el traje regional y cada vez más pequeños púberes provistos de zaraguel o refajo según convenga; pero a medida que avanzan las horas los vapores etílicos, estupefacientes y fisiológicos se van haciendose más que abundantes. Las calles del centro, en especial los aledaños de la plaza de la Universidad asi como todos los jardines o esquina con algo que parezca verde se llenan de borrachos, meones, con perdón de nuevo, y cosas peores. La fiesta ha degenerado hasta el todo vale, un dia en el que no sólo puedes beber, comer, hacer proposiciones de sexo o matrimonio (de cualquier orientación faltaría más) en plena calle, sino que si te da un apretón acercate al portal más cercano y desahogate a gusto.
Creo que las autoridades municipales deberían tomar cartas en el asunto de forma inmediata, si el resto del año es objeto de multa el miccionar en la calle, debe serlo más en un dia donde nos visitan gentes de todos los rincones, a los que más que aproximarles a nuestro modo de vivir en antaño, parece que les enseñamos lo marranos y asquerosos que podemos llegar a ser, además de parecer lo más cateto e impresentable que uno pueda llegar a imaginar.
Una verdadera lástima, seguro que hay gente que quiere que el bando siga siendo lo que es, una excusa para emporretarse y cargarse todo lo que les salga de camino, yo soy de los que creo que el Bando de la Huerta debe volver a ser lo que en sus origenes concibieron sus creadores, un portal de la Murcia costumbrista que se brinda al Mundo y no un estercolero abierto las 24 horas.
7 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Bueno, qué te voy a decir de mi opinión que ya no sepas...
Muy cierto que la imagen que trasladamos con la gente soltando sus orines y purines (¡qué fino me pongo cuando quiero!) por las calles no es la más recomendable.
Lo que me hace gracia es lo ofendidos que se sienten algunos de nuestros visitantes a los blogs, por decir y fotografiar obviedades. Me siento muy murciano y me gusta mi tierra (aunque no pienso que tengamos un RH especial), por eso critico de ella lo que no me gusta. Como reza el dicho popular, "quien bien te quiere te hará llorar".
Totalmente conforme con tu visión sobre el Bando...tristemente se ha convertido en una jornada de "carta blanca" (con la inestimable colaboración por omisión del ayuntamiento) para indeseables de diverso pelaje...me indigna ver la zona de la Universidad transformada en un pestilente orinódromo sin ley, ni orden, ni, por supuesto, respeto para los vecinos que, pese a pagar sus impuestos como el resto de los ciudadanos, deben soportar de buen grado escándalos de todo tipo y suciedad por doquier durante toda la jornada.
En definitiva, una imagen patética e insultante para quienes vienen de fuera y para quienes amamos el verdadero sentido del Bando de la Huerta.
Saludos
Da gusto ver que no se predica en el desierto, ¡¡pardiez!!
Tengo a bien, comunicar en tu blog, querido amigo imperator, la creaciónd e mi blog. Su dirección es: http://criteriodigital.blogspot.com
Esperando aportación de tu graciosa prosa, me despido con un fuerte abrazo español.
Yo desde que me casé abandoné los zaragüeles por el traje de huertan viejo, no el de pana, no, el de sayón negro y pantalón de algodón. Y siempre he salido con mis alpargates artesanales moratalleros, que tengo varios pares, blancos y negros, para andar por casa en verano.
Pero al final he optado por cambiarlos por unos "bambos", unos discretos, negros, pese a las advertencias de este año de la Federación de Peñas Huertanas... lo siento, pero con un suelo lleno de orines, cristales rotos y cosas cuya naturaleza ni me atrevo a investigar, no me juego ni mi integridad fisica ni la limpieza de mis queridos alpargates.
Otro día hablaremos de la moda del carrito de mercadona, interesante aportación a la iconografía del bando, y posible solución a parte de estos males, al menos en lo tocante a lo que no son excrecencias fisiológicas, porque todos los que salimos provistos de semejante artilugio logístico llevamos siempre la consabida bolsa donde ir depositando toda la basura.
Lo siguiente, dotar los carros de bacinillas u orinales.
No sé muy bien cual es de huertano viejo, pero seria interesante conocerlo.
Menudo repaso estas haciéndo al blog...
Gracias por tu interés y profusos comentarios.
El traje de huertano viejo es una cosa así:
http://www.paralelo40.net/noticias/notimg.php?id=96
y si me ves por aquí es pq me gusta mucho el blog, los temas y el tratamiento... lo de la amistad y otras "procesiones" que van por dentro y por fuera es aparte ;-)
Y los comentarios me salen profusos pq escribo muy rápido y pienso demasiado...
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