31 marzo 2009

T-Mobile Dance

Os dejo un curioso video que he encontrado navegando en un ratico de asueto; aprovecho también para pediros excusas a aquellos que durante estos dias me habéis demandado más actividad en el blog y por diversos motivos no os he podido atender. Prometo enmendarme, palabrita del niño Jesús.



14 marzo 2009

La rabieta nacionalista


El escenario postelectoral en los provincias Vascongadas empieza a dibujar un horizonte distinto y por lo tanto esperanzador. La posibilidad de un gobierno socialista, y esperemos que constitucionalista, apoyado por los votos del otro gran partido de índole nacional supone un hito histórico y político de un calado tremendo.

Que Patxi López se convierta en el próximo presidente cada día está más cerca, aunque desde la noche electoral hubo un gesto que, por encima de todos, me auguró que esto era algo más que una posibilidad. Los rostros desencajados de los líderes del PNV y el tono de las declaraciones dejaba ya sitio a todo tipo de elucubraciones e hipótesis
siniestras, como estas semanas nos están confirmando.

El mal perder, la rabieta infantil, del niño consentido, el sentido patrimonialista del poder y el vaticinio sobre oscuras reacciones etarras deja muy claro el déficit democrático de quienes durante tantos años han sesgado, monopolizado y diría que hasta tutelado a la sociedad vasca.

Los autores del apartheid que se vive en el Pais Vasco ven como, por el juego de las mayorias parlamentarias que otras veces les han venido bien, están a punto de pasar a la bancada de la oposición. Tanto el moderado Imaz como el cavernario Arzallus han saltado de sus potronas enmoquetadas para denunciar no se qué conjura contra su partido.

Los mismos que aplaudieron otros pactos de gobierno de corte nacionalista en Cataluña y en Galicia para desalojar almás votado, ven como les explota en la cara lo que hace no mucho miraban con simpatía, comprensión y ánimo, claro está que ahora son ellos los perjudicados y su talante de demócrata de toda la vida sale a la palestra.

02 marzo 2009

Impresiones postelectorales


Nos encontramos en un típico lunes con resaca electoral. Los comicios gallegos y vascos dibujan un nuevo escenario político en dos regiones calificadas de históricas por nuestro paradigmático Estado de las Autonomias, como en cada cita electoral que se produce en este país desde los tiempos de don Adolfo la Democracia ha salido victoriosa, o eso nos dicen los que han hecho de ella su modo de vida. Vayamos por partes.

De Galicia, tierra de grandes prohombres y de meigas, dicen los expertos que ha cambiado de color político, yo prefiero decir que la mayoria natural de aquellos parajes, imperecedera desde hace muchos años, ha prevalecido a los contubernios y compañeros forzosos de viaje, cuyo mejor ejemplo lo encontramos en el Partido Socialista de Galicia y su dimisionario líder que, tras sus cameos con los separatistas, deja para los anales de la historia cuatro años grises y un Audi de alta gama.

Frente a la pareja cuatrienal de Touriño-Quintana, se ha impuesto Núñez Feijóo y su facebook al que hay que reconocerle la habilidad de conseguir una mayoria absoluta holgada que permite al otro gallego, el ahora instalado en la Villa y Corte respirar, de momento, con cierto alivio.

Y es que Mariano ha sentido la victoria del Partido Popular en la tierra de la vieiras que es la suya como propia, argumento que a las eminencias grises de Génova 13 conviene avivar aunque eso sea sólo cierto a medias. Es cierto que Alberto Núñez Feijóo pertenece a esa nueva hornada centrista descafeinada de la que es pastelero el registrador, si bien es cierto que, tras cinco años en dique seco los sorayos encuentran ahora la oportunidad de respirar levemente tranquilos con los estertóres aún candentes de la supuesta trama de corrupción y/o persecución política pero sin poder soslayar que su presidente nacional sigue sin ganar unas elecciones en las que él se presente como candidato, y que su valoración en plena crisis económica a duras penas puede despegar de la de ZP, la vida es dura pero es así.

En tierras de Vasconia o Vascongadas, que era como se llamaba el Pais Vasco desde siempre hasta 1978 y que es bien bonito, la lectura también admite, como casí siempre, tantas lecturas como observadores medianamente capacitados encontremos.

Obviamente, la tardía ilegalización de la enésima marca política de ETA y la posibilidad de un gobierno de tinte no nacionalista/separatista es una buena noticia que no sólo repercutirá en los ciudadanos vascos sino en el conjunto de la Nación. El PNV y su eterno candidato Ibarreche, pese a no resignarse, lo tiene bastante difícil ante la opción de un partido socialista que ha obtenido los mejores resultados de su historia y que tiene la obligación moral de formar gobierno.

Pero el horizonte no es tan nítido como algunos contertulios anoche auguraban en la cadena pública. El candidato socialista, López, aquel que se sentó en torno a una mesa con los que amparan el terror, ha hablado de eliminar frentismos, en una clara alusión a los bloques nacionalistas y constitucionalista, lo que unido a las aseveraciones del licenciado en primero de Derecho, Blanco, deja abiertas todas las posibilidades.

En este sarao tan entretenido algo tendrá que decir el Partido Popular de Basagoiti que, no lo olvidemos, ha perdido bastantes votantes y dos escaños y, creo, ha errado en su estrategia de ir mendigando consejerías antes incluso de la campaña electoral. Para poner la guinda en el pastel, Rosa Díez y su diputado por Álava también parece predispuesta a ofrecer su voto para conformar una alternativa constitucionalista capitaneada por sus excompañeros del Partido Socialista de Euskadi que no sabemos como reaccionarán ante su ofrecimiento.

En conclusión, el poder de los partidos segregacionistas disminuye en pos de los que apuestan por el marco jurídico vigente y eso es positivo sin duda. Zapatero se encuentra ante una encrucijada delicada pues los nacionalistas vascos ofrecen apoyos parlamentarios en el Congreso por lo que habrá que andarse con tiento. Rajoy respira tranquilo tras sus años en barbecho, la cita europea puede ser la que consolide su liderazgo que se me antoja tan efímero como siempre o la que devuelva a la cruda realidad al gallego.