23 febrero 2009

Adios Mariano


Hoy digo au revoir a uno de los marianos de la política nacional, el ministro de Gracia y Justicia, y diputado por Murcia, Fernández Bermejo, abandona la cartera ministerial entre los ecos de la primera huelga de la judicatura en España y la pasión cinegética compartida con el magistrado Baltasar Garzón, al que desde este humilde blog deseo una pronta recuperación de su jamacuco de fin de semana.

Hace pocos dias, el ministro dimisionario, o cesado que en estas circunstancias viene a ser lo mismo, era abroncado por la bancada de la oposición por su casual encuentro con el magistrado de la Audiencia Nacional. Mariano, que nunca tuvo pelos en la lengua aseguraba que no se iría, nunca sabremos si ZP antes de irse al G-20 se tomó un café con el miembro de su gabinete más guerrero para invitarlo a que se fuera, lo que si está claro es que algo hay porque no es nada casual, y menos en este pais, que un ministro abandone su puesto.

En circunstancias normales alabaría la marcha de un ministro, nuestra democracia está falta de una cultura de la dimisión, pero con la trayectoria de Bermejo ese gesto honroso no me es posible sino que me hace ser más suspicaz, lo que si está claro es que ahora tendrá más tiempo libre para sacarse la licencia de caza en Andalucia, actividad socialista y proletaria donde las haya.

16 febrero 2009

La escopeta nacional bis


Como si el guión de la película de García Berlanga hubiese sido premonitorio, y como más de una vez he aventurado en estas humildes letras, la realidad supera a la ficción.

Asombrado y embelesado, con sabor de morbosa complacencia, me he deleitado con esa unión del ejecutivo y el judicial, con un par. Como en los mejores años de El Pardo, los negocietes y los negociantes arreglaban sus asuntillos con el sabor de la pólvora y cerraban sus acuerdos entre los cuernos, ajenos se entienden, de las piezas oportunamente colocadas para inmortalizar el ego onanístico del poderoso.

Garzón y Bermejo, tanto monta o monta tanto, entre monteria y monteria, ambos montaraces y secuaces, han aprovechado el asueto con el pobre ciervo para descubrir que la caza de la presa con dos piernas es mucho más divertida y edificante que la de cuatro.

En la Antigüedad, así con mayúsculas, se acuñó aquello de que la mujer del César además de ser honrada había de parecerlo. A riesgo de parecer malpensante me preguntaré cómo se debe de encajar que el ministro de Gracia y Justicia, en plena y primera huelga de la judicatura por cierto, se dedique a irse a pegar unos tiritos al campo (de casta le viene al galgo) con el juez que, oh casualidad, figuró en las listas del partido gobernante y del que fue Delegado Nacional del Plan Contra las Drogas, curiosa la coincidencia terminológica con aquellos delegados también, pero provinciales de la Falange.

Unos dicen que los de Rajoy han sacado el asunto de los tiros de quicio para esconder su propia cochambre y otros que las aficiones cinegéticas del magistrado y el ministro son tan saludables y provechosas para ellos como serían las del Caudillo; a mi me parece que la desfachatez del encuentro desacredita a uno para impartir y al otro para disponer, claro está que una afición tan franquista no debería de pasar desapercibida para Bermejo, cuyos ancestros tanto deben a Su Excelencia, aunque esa es otra historia.

08 febrero 2009

Motivos para callar


Los escándalos por corrupción en diversos municipios madrileños del Partido Popular vuelven a poner en la picota a los de Mariano Rajoy; los presuntos cobros indebidos por los narcisos de foxás explotan en las mismísimas barbas del registrador en plena precampaña electoral vasca, gallega y europea.

Mi opinión acerca de cómo está llevando las cosas la actual cúpula dirigente son conocidas, pero ello no es óbice para romper una lanza en su favor en este asunto, sobre todo viendo de dónde vienen las críticas más feroces, me refiero como es obvio al partido de los cien años de honradez.

Rajoy, y esto si se lo critico, ha preferido irse a Suiza a hacer campaña y dejar a Cospedal la difícil tarea de salvar el buen nombre de los míles de ediles del Partido Popular en la rueda de prensa extraordinaria llevada al efecto. Es lógico pensar que la golfería de unos cuantos no puede imputársele al partido que los encuadra si éste actúa diligentemente y no justifica lo que es injustificable; efectivamente y parafraseando a Pons, sin que sirva de precedente por estos lares, cuatro chorizos no son del PP.

No es la primera vez que se usan los resortes del poder para atacar al oponente político en campaña electoral aunque más de uno debería de callarse, o asumir el rubor, cuando nombres como GAL, FILESA, Roldán, Mariano Rubio, etc forman parte de la historia reciente del que critica.

Ante el más mínimo atisbo de ademanes cuasidelictivos o chanchulleos varios, las formaciones políticas deberían hacer piña para expulsar de la vida pública a los sinvergüenzas que se dedican a llenarse los bolsillos a costa del contribuyente, en vez de aprovechar la coyuntura para echar mierda al contrario, sobre todo porque no conozco partido del arco parlamentario que pueda blasonar de no haberse visto involucrado en apestosos pecadillos con dinero público saltando de mano en mano del diego corrientes de turno.

05 febrero 2009

Feijóo con F de Facebook

No es una chufla, aunque bien podría serlo a tenor del gran nivel intelectual y de contacto con la realidad de nuestros próceres. Los sorayos de Génova están contentos porque las elecciones gallegas se saldarán con una estruendosa victoria de su lider regional y estelar, Alberto Núñez Feijóo. Los gallegos, como en otras épocas, entonarán aquello de volverán las banderas victoriosas.

La euforia de los populares de las tierras celtas, trasladada sin ningún tipo de pudor a los mandarines de la nacional, se basa en poderosas y objetivas razones. Lo de las encuentas y sondeos de opinión no es problema, la más que posible Komintern entre socialistas y separatistas no preocupa, y es que su candidato a diferencia de los demás tiene un arma secreta, el
Facebook.

Si, la red social que ha cautivado al equipo de comunicación y prensa de Mariano Rajoy también es el origen del optimismo de Núñez Feijóo arquetipo del galleguismo de nueva cuña centrista y emparejado con otros excelsos moderados, blasonados con múltiples victorias electorales, tipo don Javier Arenas.

Pues bien el candidato popular, espoleado por su entorno, ya se ve como el siguiente mandatario de la Xunta, a tenor de los amigos que atesora en el universo virtual de Facebook. Con más de mil amigos cuenta Nuñez Feijóo en la red, y eso se cristaliza de manera indubitada en una poderosa ventaja frente a sus directos competidores.

Poco importa que muchos de ellos sean efébos de las Nuevas Generaciones de media España o del extranjero, el que no se consuela es porque no quiere y es que como dice el refrán quien tiene un amigo tiene un tesoro así que quien tiene mil pues, por lo menos, ha de tener una presidencia autonómica.

Quién fuese Roberto Carlos para cantarle a Alberto aquello de yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar, tal vez estemos ante la sintonia de la victoria, con guiño incluido a los votantes allende nuestras fronteras.




03 febrero 2009

El gafe


El gafe es una de aquellas películas de cuando el cine español también contaba historias de la calle pero con menos crudeza y zafiedad que en la actualidad. Era la época de los tecnócratas de los gobiernos de El Pardo y de las chicas de la cruz roja luciendo palmito y banderita, antes de despertar a la socialista que llevaban dentro.

Es una de esas cintas que, sin pasar a los anales de la historia del celuloide, forma parte del cine nacional de unas décadas donde los ozores, garisa, lópez vázquez y leblancs departian, castamente desde luego, con las gracitas, conchitas y demás señoritas refinadas destetadas en las decentes casas de Salamanca, Castellana y otras similares de la Villa y Corte.

Pues bien y volviendo al tema, el gafe es esa enésima comedia, de sabor entrañable, donde un empleado de banca , el señor Urrutía, eficiente y de buen corazón es mirado con recelo por sus compañeros de trabajo a causa de una supuesta nefasta influencia que el susodicho ejerce sobre todo lo que toca. Sería algo así como el Jonás y la ballena en el Antiguo Testamento o el Leviatán de la mitología, pero con cierto aire castizo y cateto al cincuenta por ciento, netamente español desde luego.

El gafe es tan intrínseco a nuestra cultura como la paella y la tortilla de patatas, como la lentejuela y el lunar andalusí, como el ademán cainíta y el exabrupto al contrario, como el PER y el aparcamiento en doble fila, aunque la realidad en muchas ocasiones alcanza, cuando no excede, a la ficción.

Mariano, Marianin como imagino lo llamarían de pequeño, es tal vez ese ejemplo plástico y de rutilante actualidad de que siempre hay una realidad que supera cualquier invento del séptimo arte. Y es que cual Rey Midas, a sensu contrario, todo lo que toca, pues eso...

Nunca en democracia y en época de crisis un partido en la oposición ha tardado tanto en despegar con respecto al partido que gobierna como al jovial, centrado y super chupi Partido Popular de Soraya y Celso, de las quedadas en Facebook y estulticias semejantes.

La Razón, diario poco sospechoso de connivencia con Moncloa, publica el septuagésimo tercer batacazo de los de Rajoy en intención de voto; se habla de la evaporación de 900.000 electores de las urnas rajoyescas, lo que supone una diferencia con respecto a los socialistas de casi 3,2 puntos.

Y digo yo, teniendo en cuenta la excelsa labor desarrollada por Zapatero y acólitos en frenar los efectos de la crisis, ¿no habría que pensar en la existencia de algún gafe en las filas populares?