Paseando por el casco histórico de la ciudad aún se intuye el trazado medieval de las calles por las que deambulaban los murcianos andalusíes. Son calles angostas, pero muy frescas en verano y al abrigo de los gélidos vientos en invierno. Todavía quedan barrios castizos que conservan su fisonomía medieval, con iglesias barrocas emplazadas donde antes estuvieron las mezquitas: San Lorenzo, San Bartolomé, Santa Catalina, San Pedro, San Nicolás. Entre ellos cabe reseñar el barrio de Santa Eulalia, antigua judería, donde persisten restos de una puerta medieval por la que hizo su entrada triunfal el monarca aragonés Jaime I el Conquistador.
El crecimiento de la ciudad islámica hizo que se formara un barrio densamente poblado en las afueras: el arrabal de la Arrixaca (barrios de San Antolín y San Andrés). Allí existió una ermita donde los mozárabes y mercaderes cristianos veneraban a la Virgen de la Arrixaca, representada en la Cantigas alfonsíes, patrona de Murcia hasta los inicios del siglo XVIII y cuya talla gótica se custodia en la iglesia de San Andrés, junto al Museo Salzillo. Muy cerca, en la Plaza de las Agustinas, se ha inaugurado recientemente el Museo de la Ciudad, que dispone de varias salas dedicadas a la Murcia islámica, donde se exponen maquetas y piezas de gran calidad.Los geógrafos árabes y viajeros que visitaron nuestra ciudad describen con asombro la magnitud de sus defensas. Son numerosos los restos monumentales de la muralla islámica conservados. En realidad, estaba formada por una barbacana o barrera exterior, un paso de ronda y la muralla propiamente dicha, más elevada que la antemuralla y jalonada de potentes torres defensivas como las conservadas en Verónicas o en Santa Eulalia. En la parroquia de San Antolín se conservan restos en una Ermita y en una galería de arte situadas en la calle del Pilar. Como toda ciudad musulmana, Murcia dispuso de una alcazaba o barrio aislado donde residía el emir, el linaje gobernante y su corte. Después de tantos siglos sigue siendo el lugar donde se emplaza la autoridad municipal (Ayuntamiento) y religiosa (Palacio Episcopal). En unas excavaciones arqueológicas realizadas junto a la iglesia-museo de San Juan de Dios (antigua mezquita del alcázar), recientemente se han encontrado restos de un oratorio islámico con un "mihrab", que próximamente se podrá visitar.
Las excavaciones arqueológicas que se vienen realizando en nuestra Santa Iglesia Catedral han puesto al descubierto algunos restos de la mezquita aljama o mezquita mayor, conservados en el subsuelo de la misma. En el exterior del templo cristiano se puede admirar la portada gótica en la Plaza de los Apóstoles y, en su interior, visitar capillas medievales como la de San Antonio o la de los Vélez. Pero, sin duda alguna, los restos arquitectónicos de mayor monumentalidad pertenecen al alcázar Seguir o alcázar menor de los emires murcianos. Se trata de un palacio fortificado construido a mediados del siglo XIII sobre las ruinas de otro anterior datado en el siglo XII. En el interior del Monasterio de Santa Clara la Real se conservan el salón con alcobas y el pórtico norte, todo ello ricamente decorado con yeserías policromas y arcos angrelados monumentales, que próximamente se abrirán al público. Algunos restos de ese alcázar (los pertenecientes al salón sur y a la crujía occidental) se han conservado y se pueden visitar en el sótano y sala de exposiciones del Centro Cultural Las Claras.
El crecimiento de la ciudad islámica hizo que se formara un barrio densamente poblado en las afueras: el arrabal de la Arrixaca (barrios de San Antolín y San Andrés). Allí existió una ermita donde los mozárabes y mercaderes cristianos veneraban a la Virgen de la Arrixaca, representada en la Cantigas alfonsíes, patrona de Murcia hasta los inicios del siglo XVIII y cuya talla gótica se custodia en la iglesia de San Andrés, junto al Museo Salzillo. Muy cerca, en la Plaza de las Agustinas, se ha inaugurado recientemente el Museo de la Ciudad, que dispone de varias salas dedicadas a la Murcia islámica, donde se exponen maquetas y piezas de gran calidad.Los geógrafos árabes y viajeros que visitaron nuestra ciudad describen con asombro la magnitud de sus defensas. Son numerosos los restos monumentales de la muralla islámica conservados. En realidad, estaba formada por una barbacana o barrera exterior, un paso de ronda y la muralla propiamente dicha, más elevada que la antemuralla y jalonada de potentes torres defensivas como las conservadas en Verónicas o en Santa Eulalia. En la parroquia de San Antolín se conservan restos en una Ermita y en una galería de arte situadas en la calle del Pilar. Como toda ciudad musulmana, Murcia dispuso de una alcazaba o barrio aislado donde residía el emir, el linaje gobernante y su corte. Después de tantos siglos sigue siendo el lugar donde se emplaza la autoridad municipal (Ayuntamiento) y religiosa (Palacio Episcopal). En unas excavaciones arqueológicas realizadas junto a la iglesia-museo de San Juan de Dios (antigua mezquita del alcázar), recientemente se han encontrado restos de un oratorio islámico con un "mihrab", que próximamente se podrá visitar.
Las excavaciones arqueológicas que se vienen realizando en nuestra Santa Iglesia Catedral han puesto al descubierto algunos restos de la mezquita aljama o mezquita mayor, conservados en el subsuelo de la misma. En el exterior del templo cristiano se puede admirar la portada gótica en la Plaza de los Apóstoles y, en su interior, visitar capillas medievales como la de San Antonio o la de los Vélez. Pero, sin duda alguna, los restos arquitectónicos de mayor monumentalidad pertenecen al alcázar Seguir o alcázar menor de los emires murcianos. Se trata de un palacio fortificado construido a mediados del siglo XIII sobre las ruinas de otro anterior datado en el siglo XII. En el interior del Monasterio de Santa Clara la Real se conservan el salón con alcobas y el pórtico norte, todo ello ricamente decorado con yeserías policromas y arcos angrelados monumentales, que próximamente se abrirán al público. Algunos restos de ese alcázar (los pertenecientes al salón sur y a la crujía occidental) se han conservado y se pueden visitar en el sótano y sala de exposiciones del Centro Cultural Las Claras.
2 comentarios:
Como siempre, muy didáctico y ameno tu comentario. Desde luego entran ganas de visitar aquello inmediatamente ^_^
Pues nada, hombre, ven pronto y avisa.
Saludos y gracias
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