La sucesión de Valcárcel (y II)

El asunto de la sucesión del Presidente Regional Ramón Luis Valcárcel va a ser el bombazo del próximo curso político, muchas incógnitas van a ser resueltas y si la operación sale bien los populares murcianos estrenarán lider mucho antes de lo que algunos quisieran, aunque en la última Junta Directiva Regional y ante los constantes rumores el propio Valcárcel ha querido poner tierra de por medio y hacer ver que la cosa no es tan inminente como algunos predecimos.

Valcárcel ha demostrado que es el dueño absoluto del partido y que es él quien quita y pone, un dia puedes estar en la cúspide y al dia siguiente olvidado (Sanchez Almohalla, De la Cierva, Sánchez Carrillo), pero ante el movimiento que se avecina hay algunos que no se resistirán a dejar el testigo, leáse por ejemplo Cámara, al que le dedicaré un monográfico.

Valcárcel quiere propiciar un relevo generacional, y muchos de los que han estado con él quiere que se vayan también al mismo tiempo, claro que eso no quiere decir que todos estén de acuerdo, ¿cómo se explica, sino, los continuos desaires que cierto alcalde realiza a los organos de la Comunidad Autónoma cada vez que tiene ocasión? El sucesor debe de tener las vias libres, y ciertos barones con aspiraciones, y enemistades nunca disimuladas, están moviendo a sus peones en la carrera hacia la sucesión.

Parto de la hipótesis acertada, esto es, el nombramiento de un sucesor a dos tiempos, primero el partido y luego la comunidad, eso permitirá que uno se haga con las riendas de una estructura mucho más endemica de lo que de cara a la galería parece, el PP Murciano, mientras Valcárcel se dedica a preparar el terreno a la poltrona de San Esteban. Un elemento imprescindible llegado a este asunto es la actual composición del grupo parlamentario popular, del que saldrá indefectiblemente el siguiente presidente si, como todo apunta, no se culmina la legislatura.

Los diputados populares en la Asamblea Regional pueden clasificarse en dos grupos en este asunto: Los que no pintan nada, los más, y los que tienen alguna opción, que están encuadrados en el grupo de confianza extrema del Presidente, los menos, y de cuyo grupo saldrá el sucesor, magnifica jugada y muy morbosa el sentar en torno a una mesa de la sede de González Adalid a los aspitantes y ver que pasa. Pero Valcárcel no juega con ello, no es morbo, es habilidad, el equipo ha de ser complementario y el sucesor saldrá de él, esto no se discute, asi que no se esperan postulantes dentro el grupo, por eso son los que son y están los que están, no representan a familias ni aúpan a candidatos, son hombres de partido pero, por encima de eso, son hombres de Valcárcel; dos o tres diputados, un alcalde (no el de la capital) y un consejero forman ese núcleo duro, del que ni entra ni sale nadie, y el contenido de sus reuniones rara vez trasciende, a no ser que se quiera hacer una filtración, todo está medido y todo marcha según lo previsto.

Hablemos de algún candidato, éste está en el grupo que se reúne una vez por semana, hombre de confianza del Presidente, discreto, buen gestor y amigo de los medios, el eterno alcaldable al Ayuntamiento de Murcia, y en otra época Vicepresidente Regional, Portavoz y Consejero, me refiero a Antonio Goméz-Fayrén. Siempre cercano al presidente, el otrora consejero de presidencia, tras una larga ausencia de la política, regresó a la estructura del partido de una manera muy discreta y casi imperceptible, como vocal por designación presidencial en el Comité Ejecutivo Regional, y tras los comicios de mayo diputado popular. Algunos lo veían como consejero, lo que hubiese dado un poco de lustre a este equipo de anodinos, pero el destino le tiene otro cometido pendiente. Valcárcel lo quiere cerca, quiere que sea el nexo entre el grupo popular, tradicional cementerio de elefantes y de compromisos con los históricos, y el sucesor, sabe que colocando a este hombre discreto y alejado de los grupúsculos de hambrientos de poder, el próximo presidente tendrá a su lado una persona que no le dará problemas sino buenos consejos, un gestor con experiencia y con el futuro profesional asentado, una persona íntegra que está porque lo han llamado para una cuestión muy concreta, y Valcárcel no llama a cualquiera, por otro lado Gómez-Fayrén no ha vuelto a la política para envejecer en la Asamblea, obviamente.

Pero bueno, ahora lo que toca a corto plazo es la boda de la hija mayor del presidente el próximo fin de semana, lo demás se irá viendo.