A partir de las doce de la noche estamos formalmente en campaña electoral, posiblemente de las más reñidas desde el advenimiento de la Democracia, no sabemos el resultado pero intuyo que van a ser unos dias realmente significativos.
La legislatura que finaliza ha sido tremenda y muy larga, la inexperiencia del gobierno socialista, la debilidad frente a separatistas y terroristas y el revanchismo han sido sus notas caracteristicas, pese a que haya gente que pretenda hacernos creer lo contrario bajo el halo de la supuesta carga social de las leyes impulsadas, tendremos tiempo de tratar sobre ello.
Frente al partido que sustentaba la acción de gobierno, o partidos para ser más explicito, se ha encontrado al Partido Popular sólo frente al peligro, al que se ha querido aislar y hacer parecer un partido marginal. Un Partido Popular que, en una situación traumática como la de los atentados del 11M, ha tardado demasiado en recuperarse y con una empanada de complejos y de rodeos entre el centro y la derecha que ha podido ser interpretado, no sin poco acierto, como una crisis de liderazgo.
Dando por sentado lo anterior, dedicaré estos dias de campaña electoral a reflexionar sobre lo que nos jugamos en estas elecciones; una nueva sección a la que llamaré Apuntes Electorales 08.
Quiero empezar estas reflexiones en voz alta, nada neutrales ni apolíticas, comentando el duelo económico de Antena Tres Televisión. En la noche de ayer, y tras una jornada laboral intensa, renuncié a acudir a la tradicional pegada de carteles de Santo Domingo y me tumbé en el sofá a ver lo que se había denominado el primer debate de las elecciones, un mano a mano entre los dos rostros económicos, el vicepresidente socialista, y hace poco elevado a los altares, Pedro Solbes (vid infra), y el número dos de la lista popular por Madrid, Manuel Pizarro.
Matias Prats, como siempre y en su sitio, moderó un debate tranquilo y excesivamente educado, protagonizado por los candidatos. El formato no me gustó, esa división entre los tiempos sin posibilidad real de réplica hizo que cada ponente hiciese de su capa un sayo y contestase o siguiese con su discurso según le pareciera.
Tanto Pizarro como Solbes intentaron, con éxito matizado, desmitificar el contenido aparentemente académico de sus intervenciones y hacer ver a la audiencia la cercanía de sus palabras y contenidos. A los gráficos del momentáneamente tuerto ministro, el expresidente de ENDESA contestaba con otros dibujitos, y llegó el momento en que bostecé.
Sinceramente tengo que decir que vi a Pizarro flojo, poco suelto en estas lides y excesivamente consultor de sus notas. Solbes empeñado en comparar sus datos con los de los gobiernos de Jose María Aznar debió de tener una respuesta más contundente por parte del número dos de Rajoy, la frase yo en esa época no estaba en el Partido Popular es una muletilla que los asesores de Pizarro deberían eliminar con efectos inmediatos.
Creo que ambos se dejaron cosas en el tintero, vi a Solbes confiado y seguro, pero sin ideas nuevas más allá del proteccionismo y la poca defensa de las rebajas de impuestos y a Pizarro como un buen ministro de economía en potencia, con grandes ideas, pero que no pudo calar en mi, un convencido poco docto en estas lides, y creo que no fui el único.
Si dijera que Manuel Pizarro me convenció, o que venció, no diría la verdad.
La legislatura que finaliza ha sido tremenda y muy larga, la inexperiencia del gobierno socialista, la debilidad frente a separatistas y terroristas y el revanchismo han sido sus notas caracteristicas, pese a que haya gente que pretenda hacernos creer lo contrario bajo el halo de la supuesta carga social de las leyes impulsadas, tendremos tiempo de tratar sobre ello.
Frente al partido que sustentaba la acción de gobierno, o partidos para ser más explicito, se ha encontrado al Partido Popular sólo frente al peligro, al que se ha querido aislar y hacer parecer un partido marginal. Un Partido Popular que, en una situación traumática como la de los atentados del 11M, ha tardado demasiado en recuperarse y con una empanada de complejos y de rodeos entre el centro y la derecha que ha podido ser interpretado, no sin poco acierto, como una crisis de liderazgo.
Dando por sentado lo anterior, dedicaré estos dias de campaña electoral a reflexionar sobre lo que nos jugamos en estas elecciones; una nueva sección a la que llamaré Apuntes Electorales 08.
Quiero empezar estas reflexiones en voz alta, nada neutrales ni apolíticas, comentando el duelo económico de Antena Tres Televisión. En la noche de ayer, y tras una jornada laboral intensa, renuncié a acudir a la tradicional pegada de carteles de Santo Domingo y me tumbé en el sofá a ver lo que se había denominado el primer debate de las elecciones, un mano a mano entre los dos rostros económicos, el vicepresidente socialista, y hace poco elevado a los altares, Pedro Solbes (vid infra), y el número dos de la lista popular por Madrid, Manuel Pizarro.
Matias Prats, como siempre y en su sitio, moderó un debate tranquilo y excesivamente educado, protagonizado por los candidatos. El formato no me gustó, esa división entre los tiempos sin posibilidad real de réplica hizo que cada ponente hiciese de su capa un sayo y contestase o siguiese con su discurso según le pareciera.
Tanto Pizarro como Solbes intentaron, con éxito matizado, desmitificar el contenido aparentemente académico de sus intervenciones y hacer ver a la audiencia la cercanía de sus palabras y contenidos. A los gráficos del momentáneamente tuerto ministro, el expresidente de ENDESA contestaba con otros dibujitos, y llegó el momento en que bostecé.
Sinceramente tengo que decir que vi a Pizarro flojo, poco suelto en estas lides y excesivamente consultor de sus notas. Solbes empeñado en comparar sus datos con los de los gobiernos de Jose María Aznar debió de tener una respuesta más contundente por parte del número dos de Rajoy, la frase yo en esa época no estaba en el Partido Popular es una muletilla que los asesores de Pizarro deberían eliminar con efectos inmediatos.
Creo que ambos se dejaron cosas en el tintero, vi a Solbes confiado y seguro, pero sin ideas nuevas más allá del proteccionismo y la poca defensa de las rebajas de impuestos y a Pizarro como un buen ministro de economía en potencia, con grandes ideas, pero que no pudo calar en mi, un convencido poco docto en estas lides, y creo que no fui el único.
Si dijera que Manuel Pizarro me convenció, o que venció, no diría la verdad.
3 comentarios:
Pues yo empecé a verlo muy ilusionado por la tele y a mitad, como tb lo echaban por la radio, me pasé a las ondas herzianas y así mientras me dió tiempo a terminar un salón Home Cinema dedicado, modesto y mileurista, que me he apañao en el cuarto de los comics :-)
Sosete, más o menos tb como se preveía. Eso sí, aunque lo hayan tachado de torpeza demagógica creo que a Solbes se le abrió el ojo cuando ante la pregunta "de donde van a sacar tanto dinero" Pizarro le respondió que quitando el Ministerio de VIvienda, cerrando la Oficina Económica de Moncloa, no gastando en reformas de pisos como el e Bermejo y DEJANDO DE PAGAR TERRORISTAS (toma castaña) ilegalizando la otra mitad de ANV.
Llamé a Nostromo descojonado para contárselo y pensamos seriamente en abrir una suscripción "popular" (atentos a la gracia) para ponerle una estatua... pero bueno, al final creo que se había sobrevalorado a uno y despreciado las infinitas tablas de otro.
Digamos que resultado final Cíclope 3 - Conquistador 2
Y ahora a ver el del lunes...
El lunes Rajoy saca el hacha y suelta mandobles, porque el del talanta va a tensionar
Veremos, veremos, y por supuesto comentaremos.
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