Pepiño, mi dulce interlocutor

Me he enterado que los amigos de Unidad y Libertad, think tank de la resistencia contra el desgobierno socialista, se están corriendo una buena juerga con un anfitrión de lujo, el secretario de organización del Partido Socialista y licenciado en primero de Derecho Don José Blanco, el lugar no es otro que el blog eterodoso del insigne pensador de izquierdas; la táctica es aparentemente angelical, colocar de soslayo sutiles comentarios con dardos envenenados para confrontar el afamado carácter avispado y la rapidez de reflejos intelectual del socialista gallego.

Después de pensarlo, no demasiado sinceramente, la tentación hizo presa en mi y me decidí a insertar un comentario, sin excesivo esfuerzo prosaico, para comprobar lo resbaladizo del terreno cibernético-socialista, o lo que viene a ser lo mismo, la agudeza mental del negro encargado de revisar los mensajes o el del propio autor si fuese digno de tal honor. El texto introducido era el siguiente:

"Me alegro mucho Pepe que se hayan recuperado los debates, todos los electores tenemos derecho a poder contrastar, sin necesidad de tensionar, las diferentes posturas de los candidatos.

Efectivamente, la crispación no conduce a nada, y más vale tarde que nunca darse cuenta, ¿verdad?"

Realmente ha sido sencillo, y todo ello sin necesidad de tensionar demasiado mis palabras, ¿verdad Pepe? La crispación no conduce a nada, ¿estas de acuerdo? pues nada, díselo a tu jefe de camada que el otro dia se le vieron sus funestas intenciones en el coloquio que mantuvo con Gabilondo.

Volveré a pasarme por tu cuaderno, mi dulce Pepiño, ¿te imaginas que terminamos siendo amigos?