26 noviembre 2008

Una reflexión que bien vale un post

Voy a innovar con algo inédito en los dos años largos de existencia de esta bitácora. Que nadie se asuste demasiado, la ocasión sin duda lo merece. Ayer recibí en mi correo electrónico unas letras de una persona muy querida para mi, además consiguió algo que la mayoria de los reputados autores no han conseguido y es, como le dije, que leyese algo dos veces seguidas.


Por ello, por esa conmoción que pueden llegar a lograr las palabras escritas desde el corazón y depuradas prudentemente por ese filtro racional que, no siempre, es el cerebro he decidido compartir con vosotros la misiva, una vez obtenido el permiso de la pluma.

Obviamente las interpretaciones, y la imposibilidad de alcanzar el contexto personal de la mano que las escribe hará que el mensaje no sea comprendido en su totalidad. Esto no será óbice para que la nitidez, pulcritud, plasticidad y emotividad de cada renglón de este texto, a mitad de camino entre lo epistolar y el ensayo, brillen con luz propia en la retina de todos y cada uno de vosotros.

Sirva este humilde detalle como tributo para quién ha compuesto, con acierto, una pequeña nota sinfónica y literaria que deja entrever mucho más de lo que a simple vista pueda parecer.

"Voy caminando, acabo de salir del metro y tengo que parar, coger un boli que levo en el bolso y escribir...que horrible sensación el que tu cabeza, tu mente o lo que sea aquel mundo en el que habitan las ideas, no te deje caminar. Un universo lleno de conceptos,percepciones, reflexiones y emociones que giran sin orden ni concierto alguno, a su capricho.

De repente, algo en lo que crees y encuentras necesario contar a alguien, en este caso tú, aparece con una lucidez tan violenta que te deja claro que de no apoyarte en un coche y darle forma, se iría sin más. Necesito materializar lo intangible, ves...ahora mientras escribo esto a ordenador, estas líneas que ni siquiera tenía en los folios en los que originariamente escribí esta carta, pienso ¿será eso el arte? ¿podriamos definirlo como la amabilidad de algunos seres para dar forma a lo inmaterial, mientras que al mismo tiempo consiguen que de todo este proceso algo bello para los sentidos que no están capacitados para hacerlo? Cuantos temas serían perfectos protagonistas de páginas repletas de reflexiones sobre ellos...ahora que lo pienso, deberias leer algo de Saramago, la verdad que mi falta de acierto y mi gran capacidad para no dedicar el tiempo a aquellos menesteres que realmente me hacen crecer, han hecho que no haya leído más ensayos que los suyos, pero son muy buenos.

En ocasiones me gustaría tener una grabadora para hablar conmigo misma y posteriormente escucharme y darle forma a mi espontaneidad.

Centrándome ya en esa idea que vino a mí y que quise contarte, motivo por el que ahora escribo, te digo que pensé así sin más, que quizás los grandes filósofos, los buenos ensayistas y los mejores escritores, son aquellos que están dotados de un riquísimo universo creativo y reflexivo, consiguen poner orden y jerarquizar las numerosas ideas que vagan sin destino en esa realidad que poco tiene que ver con el artificial caos de la vida que vivimos.

Ellos saben ubicar cada uno de sus pensamientos, cada uno de sus sueños, el conocimiento con el que se impregnan con cada una de sus vivencias, de una forma natural a al vez que totalmente correcta, de acuerdo a las normas gramaticales, mofológicas y semanticas de nuestro querido castellano.

Son este tipo de personas, esa gente capaz de sentarse delante de un ordenador y llenar el vacio con imaginación y con historias que me permiten vivir vidas que jamás podría de otro modo experimentar. O esos otros que como yo (muy ineficaz y torpemente,he de reconocer) plasman los recodos más íntimos de su alma y de su mente para compartirlos con los demás, con seres a los que nunca conocerán en su mayoría...que formas más bella de solidaridad ¿verdad?. Yo me congratulo de poder compartir estas palabras contigo.

Así es un verdadero escritor, un narrador...alguien que además de tener el preciado don de la reflexión, goza de la imprescindible virtud de la disciplina y la organización para dar forma a su vocación.

No sé si lo hago bien o mal, ni si hay alguien capaz de juzgar la belleza de algo tan personal y tan privado como lo que yo ahora escribo, pero me siento llena de vida mientras lo hago...y es por ello por lo que dejando esto en tus manos para que lo disfrutes o lo padezcas, te convierto, tú sin saberlo, en mi único y mejor crítico.

Me pregunto si uno escribe para entenderse a sí mismo y para comprendido por los demás...creo que sí, pues yo envío esta carta a una persona a la que aprecio y por la que siento devoción, por eso quiero que me conozca...¿pretendía entonces cuando paré en mitad de la calle remitirte estas palabras? No, simplemente el altruista fin del arte nace por si sólo y de la nada, sin más...por eso me apasiono y disfruto mientras escribo, porque es ella, la escritura, la que me lleva a mí, me encamina y me dirige...como los verdaderos deleites de la vida, como el amor, como la pasión, como la lectura de un buen libro que no puedes soltar, o como esa pelicula que no quieres que termine...así de llena me siento ahora.

Me he dado cuenta en este tiempo de calma que por fin he conseguido ganarle al 2008, a estos dias que vuelvo a encontrar las cosas que siempre me han motivado y además me veo con fuerza para cultivarlas...me he dado cuenta, decía, de lo siguiente: LA SOLEDAD ES LA REFLEXIÓN DE NUESTRA PROPIA EXISTENCIA.

Es de esa afirmación de la que deduzco que es con esta forma de comunicación propia y exclusiva del ser humano, la escritura, en la que encuentro mi verdera esencia y mi idioma, el mejor hilo conductor para comunicarme con los míos.

Me hace sentir bien, y completa, porque al acabar de redactar lo que siento y padezco me siento dueña de algo...¿pero es este tan difícil arte algo para lo que se nace, tal vez una disciplina en la que uno puede ser instruido? O es simplemente una combinación de fluidez mental, creatividad y autoaprendizaje? No lo sé, pero sé que me encuentro bien y que el tiempo vuela mientras tecleo en mi ordenador.

Con todo, hoy me conformo con escribir, aún sin dejar de soñar con poder algún dia convertir esta caótica afición en una ordenada y armoniosa dedicación.

Porque tal vez, con todo este discurrir personal, que espero no te haya aburrido, sólo pretendía decirte que te aprecio y que me encanta como escribes y como hablas, me gusta tu elocuencia.

Sin más dilación se despide,

La autora."

10 comentarios:

Anónimo dijo...

mperator nos demuestra que es generoso, no sólo actúa de martillo de hejeres y progres sino que encima nos descubre a una escritora novel.

Claro que, habrá que saber los motivos no declarados para que él sea el destinatario de esa epistola tan particular.

Un saludo y gracias por poner puntos sobre ies.

Mike dijo...

Un buen escrito para compartir.

Saludos.

Wunderkammer dijo...

Un escrito magnífico como lo es también el destinatario de esa carta.

Alfonso Saborido dijo...

Muy, muy, muy bien escrito, y muy buena reflexión.

Anónimo dijo...

Emotivo y sentido. Me he reido más con otros, pero éste también ha estado a la altura del blog.

Salu2

Anónimo dijo...

Yo creo que la autora debería salir de su escondite y hacer un pequeño comentario por aquí.

No puede dejar la responsabilidad sólo al editor y propietario del blog!!

Felicidades por la bitácora, de las mejores.

Anónimo dijo...

Yo creo que esta autora deberia escribir un poquito más y no ser tan tímida.

Un saludo para ella,

Eres un solete.

La anonimísima.

Imperator dijo...

Gracias a todos por vuestros cariñosos comentarios. Mi ego se queda con el último párrafo, obviamente ;)

Tal vez hemos conocido, sotto voce, a una escritora subprime, ¿no?

Saludos.

Anónimo dijo...

La autora se pronuncia para agradecer vuestros comentarios, con la misma sinceridad y entusiasmo con los que escribí las palabras que los provocaron.

Quiero para concluir esta grata aventura, la cual ha supuesto poner a disposición de vuestro tedio o disfrute mis tímidas palabras, reconocer el preámbulo rubricado, con mucho afecto, por el autor de este blog.

Gracias de corazón, porque tu elocuente y agudo encabezamiento sirve de perfecto estímulo para leer mi modesta reflexión.

Richard North Patterson, narrador: "La escritura no es producto de la magia, sino de la perseverancia."

Imperator dijo...

La timidez se cura, ¡gracias a Dios!