Ecos Electorales (I): Valcárcel presenta su programa electoral

Con casi cuarenta y cinco minutos de retraso sobre la hora prevista, el candidato del Partido Popular a la reelección para la Presidencia de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel comparecía ante los medios de comunicación en el Hotel Nelva de la capital murciana para presentar su programa electoral.

Valcárcel no hace nada por casualidad, ni llega tarde por cuestiones de tráfico, sabe que él es quien manda y se lo recuerda con gestos de estos a sus leales siempre que tiene ocasión, al igual que elige un moderno hotel murciano situado en los terrenos de un antiguo colegio en el que antaño ejerció como docente, nada es casual o improvisado con él.

El que ha sido presidente de todos los murcianos, como le gusta denominarse, durante los últimos doce años, y a un paso de revalidar su holgada mayoría, acudió a la cita cómodo, tranquilo y hasta dicharachero, ataviado con corbata amarilla pues no es supersticioso, sabedor del repaso que le había dado a su principal contrincante la noche anterior en el debate televisivo, Saura hizo el ridiculo de su vida, mintiendo como un colegial al que han pillado fugandose una clase y haciendo un burdo truquito de magia con botellines de agua que, lejos de ser gráfico como pretendía, lo hundió, aún más, en el más de los bochornosos ridiculos, y Valcárcel lo sabe.

Valcárcel, como decía, llegó tarde, subió al escenario programa electoral en mano, y supo conjugar un hábil discurso en el que engarzó, con la experiencia del perro viejo en política, los proyectos estrella de la siguiente legislatura con los logros alcanzados a la fecha, todo ello sazonado con las justas gotas de su aliño favorito, el agua para todos.

Comentó algunas cosas interesantes sobre sus objetivos para los próximos años, desveló para el que supo entenderlo algunas claves, como que no habrá Consejería de Cultura, sino un Instituto de Cultura (a semejanza de los existentes en materia de Mujer o Juventud), mencionó habilmente a algunos de los todavía consejeros del gobierno regional y obvió a otros; lanzó el reto de que el aeropuerto vería aterrizar y despegar aviones en un plazo de tres años y señaló la construcción de nuevas infraestructuras como ejes de su acción de gobierno.

Los asistentes al evento eran facilmente identificables: los miembros del gobierno, y no todos, algunos segundones perennes en este tipo de actos, y que salen de sus agujeros cada cuatro años platillo en mano, y los candidatos a la Asamblea Regional; entre estos últimos convivian, con aparente cordialidad, las viejas glorias incombustibles, tipo Juan Carlos Ruiz o Javier Iniesta, con los efébos despistados de Nuevas Generaciones con semblante de que no se me note que no me entero y los fichajes estrella tipo José Ballesta, mi paracaidista preferido.

¿Ausencias destacadas? algunas hubo, entre ellas las del Consejero Mercader, fichaje con lustre de la última legislatura o el incombustible Alcalde de Puerto Lumbreras, a la sazón diputado regional y portavoz del Partido en la Región. Pero quizás la que más me sorprendió, o no tanto, fue la de Miguel Ángel Cámara, Alcalde de Murcia y Secretario General del Partido.

Consejeros abiertos las veinticuatro horas, podriamos citar al de Presidencia u Obras Públicas, las de Política Social y Sanidad y el, hasta hace poco, Jefe de Propaganda del Régimen Ruiz Vivo, pocos mandos intermedios de la Administración Regional y casi nula representación de los municipios, todo ello bajo la atenta y discreta mirada de Antonio Gómez-Fayrén y Sra.

Tras el discurso del presidenciable, un agradable ágape esperaba a los hambrientos espectadores, pues la cosa terminó ya avanzado el mediodia y los jugos gástricos no entienden de campañas electorales.