El presidente francés, Nicolás Sarkozy, prepara una reforma del sistema penal galo que, parece, será implacable contra unos de los tipos más abominables de delincuencia, la sexual. Según leo en varios diarios, el lider conservador ha propuesto la creación de un hospital específico para pederastas e incluso ha aventurado la posibilidad de introducir la castración química para esta gentucilla.
Ya se sabía que el nuevo presidente del pais vecino iba a ser implacable contra la delincuencia que asola Francia, y aunque es muy posible que el rojerío de ese pais ponga el grito en el cielo, creo que son medidas audaces y sensatas que podrían poner freno a un problema que para nuestros vecinos es alarmante.
El Estado, sea francés, español o malayo, debe de saber arbitrar las soluciones que en cada momento sean más apropiadas para atajar los problemas que surjan, y la delincuencia, demasiadas veces asociada a la inmigración por más que algunos ofrezcan falsas moralinas, debe ser combatida con toda la dureza que sea posible.
Como ha señalado Sarkozy, la delincuencia es una amenaza para la convivencia pacífica, y no se puede mantener la situación vergonzosa de que el propio Estado propicie la existencia de individuos que son verdaderas alimañas por no aplicar con la suficiente severidad unas leyes que en demasiadas ocasiones no son ni la sombra de lo que debieran.
Esto me recuerda un reportaje que vi no hace demasiado en televisión: un grupo de carteristas rumanas que en el metro de Barcelona hacían su agosto doce meses al año, la policia denunciaba la laxitud del sistema penal español, mientras las tiparracas se reian ante las propias cámaras admitiendo su actividad y haciendo pública profesión de continuidad.
Los gobernantes han de ser implacables con esta gentuza que no saben, ni quieren, vivir de otra manera que no sea la de aprovecharse del semejante como viles sanguijuelas de la sociedad.
Ya se sabía que el nuevo presidente del pais vecino iba a ser implacable contra la delincuencia que asola Francia, y aunque es muy posible que el rojerío de ese pais ponga el grito en el cielo, creo que son medidas audaces y sensatas que podrían poner freno a un problema que para nuestros vecinos es alarmante.
El Estado, sea francés, español o malayo, debe de saber arbitrar las soluciones que en cada momento sean más apropiadas para atajar los problemas que surjan, y la delincuencia, demasiadas veces asociada a la inmigración por más que algunos ofrezcan falsas moralinas, debe ser combatida con toda la dureza que sea posible.
Como ha señalado Sarkozy, la delincuencia es una amenaza para la convivencia pacífica, y no se puede mantener la situación vergonzosa de que el propio Estado propicie la existencia de individuos que son verdaderas alimañas por no aplicar con la suficiente severidad unas leyes que en demasiadas ocasiones no son ni la sombra de lo que debieran.
Esto me recuerda un reportaje que vi no hace demasiado en televisión: un grupo de carteristas rumanas que en el metro de Barcelona hacían su agosto doce meses al año, la policia denunciaba la laxitud del sistema penal español, mientras las tiparracas se reian ante las propias cámaras admitiendo su actividad y haciendo pública profesión de continuidad.
Los gobernantes han de ser implacables con esta gentuza que no saben, ni quieren, vivir de otra manera que no sea la de aprovecharse del semejante como viles sanguijuelas de la sociedad.
7 comentarios:
Este Sarkozy creo que nos va a sorprender no sólo por lo inteligente, sino por lo taimado.
Quizá esta medida, radical pero necesaria, sea el primer paso para una nueva era de "mano dura". Empezamos con la represión de un delito que creo que se considera unánimemente repugnante y cuyos actores son a su vez víctimas pues está reconocido que sufren impulsos insuperables (la mayoría de los casos) y además incurables con tratamiento psiquiátrico, siendo necesaria la llamada "castración química" que no es sino la administración de sustancias inhibidora de los impulsos extremos a que son sometidos.
Quizá después, en una segunda fase, veamos como se aplica otra medida correctiva especialmente dura contra otro colectivo de delincuentes de los socialmente reprochables de forma generalizada, y así poco a poco quizá logre meter en vereda a esa cada vez mayor masa social que no sólo en Francia sino en todos los países medianamente civilizados viven a sus anchas en medio del crímen, entrando por una puerta y saliendo por otra.
Y no hablo de las tipicas mafias albano-kosovares de asaltadores de "chaleses", las rumanas de dientes de oro o los moritos violadores del Campo de Cartagana.
No, me refiero tb a nuestros compatriotas a los que se les va la mano con la señora, a nuestros alevines de demócrata que practican la caza al compañero de clase avalados por las buenas maneras de sus padres con los profesores, los que cogen el coche hasta arriba de lo que sea o simplemente con cuatro cubatas, los que llevan al niño en el coche en el asiento delantero, tomado en brazos y sin cinturón...
Y espero que aquí tomemos ejemplo pronto. ¿Es que se va a quedar la represión de las conductas perniciosas sólo en el consumo de vino, de hamburguesas XXL o la piratería de los CDs de Ramoncín?
Verdaderamente es que el hombre es lobo para el hombre, y no lo digo en plan cultureta sino para señalar que hay mucha mala bestia suelta y casi siempre impune.
¿Mucha conducta que reprimir?, no sé si se trata de eso, y que no se me confunda con un ataque a la libertad individual, pero es que la verdadera libertad del projimo termina donde empieza la mia, se ha dicho mucho, pero es que es la pura verdad, si hay elementos en la sociedad que la alteran o la hacen peligrar pues se quitan de enmedio y punto; ya lo decía Sto. Tomás, si hay un miembro gangrenado que se ampute antes de que infecte al resto del cuerpo.
De los asaltantes de chaletes mejor no hablemos, pues hace menos de un mes entraron en mi edificio, robaron en el de mi abuela y en otro, y en el mio no pudieron porque la puerta resistió, pero el susto y la vuelta apresurada y noctámbula de la playa a mil por hora no se la deseo ni a los amigos de la multiculturalidad.
Este gente delinque porque parten de la impunidad, si son enfermos que se les trate, si son meros delincuentes que se les encierre, es tan sencillo como eso ¿dureza o simple supervivencia?
Saludos y gracias por comentar.
Si es que lo que pasa es que además se lo ponemos tan, pero tan fácil... con soluciones como lo de no deportar al extranjero que ha delinquido. Eso permitía que muchos, que probablemente habían llegado a España con la más noble de las intenciones,trabajar para subsistir y para ayudar a los suyos, huyendo de la miseria o la guerra de su país de origen, cometieran pequeños delitos con la única finalidad de que no pudieran ser expulsados de España hasta que no terminara el juicio.
Y claro, todos sabemos de la celeridad de la Justicia española...
"No las hagas, no las temas" así reza el refrán castellano. ;-) Saludos.
No conocía el refrán castellano, pero es apropiado.
Saludos para todos, incluido el autocensor.
Que se los frían bien....
Fdo, La anonimísima
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