Felipe González, el presidente de la corrupción y los GAL, de los fondos reservados y de la cal viva, el que puso a un director de la Guardia Civil que se iba de putas con el dinero de los huerfanos de la Benemérita, vuelve a Murcia, a Cartagena más exactamente, en el preludio de una campaña electoral que asegura estar algo más que simplemente caldeada.
La cosa no debe de pintar tan bien para el señor de la ceja cuando saca de su retiro dorado al diseñador de un accesorio tan proletario como son los diamantes, al que ostentó el dudoso récord, como tantos otros méritos, de ser el diputado con más absentismo en el Congreso , al que se convirtió en paradigma de la corrupción consentida, al árbol que dió sombra a la beautiful people, me refiero a Isidoro en los tiempos de la clandestinidad, tambien conocido por Felipe en aquellos maravillosos años del rodillo socialista.
Que aparezca por Murcia tan singular fantasma del pasado, no se cómo encajarlo, evidentemente seguimos siendo una plaza perdida para las huestes de ZP, si todo lo que se les ocurre es traer a este hombre, ¿cual será el siguiente? puestos a pedir, yo me pido a El Culebras, para los menos longevos, Arfonzo Guerra, el gurú de la izquierda con chaqueta de pana, que colocó a todos los hermanos en la Administración como algunos estamos empeñados en recordar.
González, no contento con aparecer por Cartagena, ciudad ninguneada históricamente por el socialismo, monta con Saura, Bermejo y otros, una especie de concilio ecumenico y entre otras lindezas canonizan a Solbes, a partir de ahora San Pedro Solbes, y es que no hay que olvidar que este último también fue ministro de economia con Isidoro, el ministro del paro y la recesión, el del déficit y el que casi deja en banca rota a la Seguridad Social, y es que aunque aún es pronto y la desaceleración se va notando, pero no demasiado, no está de más recordar que las grandes crisis económicas del felipismo tuvieron como partícipe al ahora patrón del déficit, San Pedro Solbes.
La cosa no debe de pintar tan bien para el señor de la ceja cuando saca de su retiro dorado al diseñador de un accesorio tan proletario como son los diamantes, al que ostentó el dudoso récord, como tantos otros méritos, de ser el diputado con más absentismo en el Congreso , al que se convirtió en paradigma de la corrupción consentida, al árbol que dió sombra a la beautiful people, me refiero a Isidoro en los tiempos de la clandestinidad, tambien conocido por Felipe en aquellos maravillosos años del rodillo socialista.
Que aparezca por Murcia tan singular fantasma del pasado, no se cómo encajarlo, evidentemente seguimos siendo una plaza perdida para las huestes de ZP, si todo lo que se les ocurre es traer a este hombre, ¿cual será el siguiente? puestos a pedir, yo me pido a El Culebras, para los menos longevos, Arfonzo Guerra, el gurú de la izquierda con chaqueta de pana, que colocó a todos los hermanos en la Administración como algunos estamos empeñados en recordar.
González, no contento con aparecer por Cartagena, ciudad ninguneada históricamente por el socialismo, monta con Saura, Bermejo y otros, una especie de concilio ecumenico y entre otras lindezas canonizan a Solbes, a partir de ahora San Pedro Solbes, y es que no hay que olvidar que este último también fue ministro de economia con Isidoro, el ministro del paro y la recesión, el del déficit y el que casi deja en banca rota a la Seguridad Social, y es que aunque aún es pronto y la desaceleración se va notando, pero no demasiado, no está de más recordar que las grandes crisis económicas del felipismo tuvieron como partícipe al ahora patrón del déficit, San Pedro Solbes.
4 comentarios:
Qué poca memoria tiene España, de verdad, aún dirán que Corcuera fue un gran ministro
He medio respondido a su petición de comparación, entre Carla Bruni y una diputada socialista que dedica los plenos a comprar bragas por internet
Estas orejas que se comerán los gusanos si no lo remedia la incineración escucharon en su día (principio de los 90) a las masas enardecidas salir de la Plaza de Toros de La Condomina, tras un mitín de Guerra, gritando "ARFONSO, MACHOTE, PÍSALE EL BIGOTE".
Supongo que lo de la tensión y dramatizar viene de antiguo. O eran los primeros pasos del talante.
Gracias, Fin de los Tiempos por su réplica, me ha gustado ese afán comparativo.
Antonio, Antonio, ya he leido en un par de ocasiones tus referencias a la Plaza de Toros, y a Arfonso, y me pregunto, cuaresmalmente Dios me libre de ofender a mi celador, que hacias tú allí, convirtiéndote como San Pablo camino de Damásco, o de tapado? je, je.
Espero que no me concedas una cruz más el viernes por mi osadía.
Un saludo a ambos.
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