Leo con la estupefacción habitual el enésimo comentario de las eminencias grises de Génova, Esteban González Pons, vicesecretario de no sé qué ni falta que me hace, vaticina una gran victoria electoral de los populares en los comicios europeos del próximo año, algo así como el éxtasis marianero que por más profetizado no termina de llegar.
Con el rubor que aún me surge tras ver el video cool de los marianistas para celebrar las fiestas, incluyendo la instantánea de Soraya antes de la endodoncia, de fútil recuerdo en no muchos años, empiezo a vislumbrar que hasta Celso and Co. saben de la necesidad de encontrar un buque insignia que camufle un poco la flotilla de segundones de los que se reune el presunto líder.
Obviamente ellos también saben que ese hombre es Jaime Mayor Oreja, otra cosa distinta es que el democristiano prefiera mantener su euroescaño a cambio de convertirse en la sonatina de tan triste compositor. El que fuese ministro del Gabinete Aznar es un hombre con caché, e incluso ese halo de conservadurismo y ranciedad que tanto apesta a Génova, y que no es más que la honestidad supina de un político de raza, sería inmolado en el altar del sacrificio del enésimo comodín del registrador de ingrato recuerdo.
Pons que fue niño repienado lo sabe, además no es tan estulte como otros de la corte de los milagros, pero yerra en el diagnóstico. El valenciano augura victoria, y encima contundente, en base al voto de castigo del españolito ante las funestas políticas zapaterinas, que por serlo son jacobinas y odiosas, bueno es una opinión. Rosa Díez y los realojados en antiguos pazos de la Derecha no son tenidos en cuenta, y eso que dice el refrán que no hay enemigo pequeño; realmente pienso que Pons sabe lo crudo que está el asunto pero alienta a los suyos y confunde a quién se deje, y mientras Mayor siente tanto frio en este PP sin Aznar, San Gil y otros que podría descartarse antes de que lo hagan otros por él.
Con el rubor que aún me surge tras ver el video cool de los marianistas para celebrar las fiestas, incluyendo la instantánea de Soraya antes de la endodoncia, de fútil recuerdo en no muchos años, empiezo a vislumbrar que hasta Celso and Co. saben de la necesidad de encontrar un buque insignia que camufle un poco la flotilla de segundones de los que se reune el presunto líder.
Obviamente ellos también saben que ese hombre es Jaime Mayor Oreja, otra cosa distinta es que el democristiano prefiera mantener su euroescaño a cambio de convertirse en la sonatina de tan triste compositor. El que fuese ministro del Gabinete Aznar es un hombre con caché, e incluso ese halo de conservadurismo y ranciedad que tanto apesta a Génova, y que no es más que la honestidad supina de un político de raza, sería inmolado en el altar del sacrificio del enésimo comodín del registrador de ingrato recuerdo.
Pons que fue niño repienado lo sabe, además no es tan estulte como otros de la corte de los milagros, pero yerra en el diagnóstico. El valenciano augura victoria, y encima contundente, en base al voto de castigo del españolito ante las funestas políticas zapaterinas, que por serlo son jacobinas y odiosas, bueno es una opinión. Rosa Díez y los realojados en antiguos pazos de la Derecha no son tenidos en cuenta, y eso que dice el refrán que no hay enemigo pequeño; realmente pienso que Pons sabe lo crudo que está el asunto pero alienta a los suyos y confunde a quién se deje, y mientras Mayor siente tanto frio en este PP sin Aznar, San Gil y otros que podría descartarse antes de que lo hagan otros por él.
1 comentario:
El Mentidero ha vuelto...
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