Barack Hussein Obama es un tio listo. Ha conjugado el we can en todos sus tiempos y perfila un equipo que, oh sorpresa de algunos, incluye a personas que han acompañado al denostado George W. Bush en su periodo de inquilino de la Casa Blanca. Pero por encima de todo incluye a Hilaria, Cayo dixit, en un papel nada secundario: la secrataría de estado.
Y es que aunque no puedo quitarme de la cabeza el rostro desencajado de la señora de Clinton durante la tormentosa, y televisiva, relación fálico-festiva de Bill con Mónica, hay que reconocer que, dado lo preeminente que ha sido el papel de la ex primera dama en el periplo preelectoral de los demócratas, la decisión de Barack es la más audaz, pero también la más acertada.
El aforismo bélico y político de tener al amigo cerca y al enemigo aún más cerca encuentra su máxima expresión en la decisión del presidente electo de la macropotencia, algo impensable en el viejo continente y mucho menos en el cuarto oscuro en que se está convirtiendo la piel de toro de la vieja Iberia.
A nadie se le escapa la ambición de Hilaria por estar en el despacho oval, amén de los grupos de presión que el clan Clinton y acólitos podrían mover en contra del presidente novicio a medio plazo, es decir, una vez superada la resaca de la toma de posesión y encaradas las dificultades económicas evidentes. Obama ha debido de pensar, si la chica quiere estar en la Casa Blanca que esté, pero en el lado de la mesa que yo diga, y nunca podrá dejar de admitir que fuí yo mismo el que le abrí la puerta. Una jugada magistral de un tipo que es evidentemente listo y, además, está bien asesorado.
Y es que aunque no puedo quitarme de la cabeza el rostro desencajado de la señora de Clinton durante la tormentosa, y televisiva, relación fálico-festiva de Bill con Mónica, hay que reconocer que, dado lo preeminente que ha sido el papel de la ex primera dama en el periplo preelectoral de los demócratas, la decisión de Barack es la más audaz, pero también la más acertada.
El aforismo bélico y político de tener al amigo cerca y al enemigo aún más cerca encuentra su máxima expresión en la decisión del presidente electo de la macropotencia, algo impensable en el viejo continente y mucho menos en el cuarto oscuro en que se está convirtiendo la piel de toro de la vieja Iberia.
A nadie se le escapa la ambición de Hilaria por estar en el despacho oval, amén de los grupos de presión que el clan Clinton y acólitos podrían mover en contra del presidente novicio a medio plazo, es decir, una vez superada la resaca de la toma de posesión y encaradas las dificultades económicas evidentes. Obama ha debido de pensar, si la chica quiere estar en la Casa Blanca que esté, pero en el lado de la mesa que yo diga, y nunca podrá dejar de admitir que fuí yo mismo el que le abrí la puerta. Una jugada magistral de un tipo que es evidentemente listo y, además, está bien asesorado.
6 comentarios:
Completamente de acuerdo con tu riguroso y acertado análisis.
Este Obama parece que es no solo inteligente sino tb listo (nunca confundir!!!).
Eso si, está generando muchísimas expectativas que esperemos sea capaz de cumplir y no sufra el conocido síndrome "Star Wars Episodio I" ;-)
Ejercicio de atención:
Cuál de los 3 personajes de la foto es más proabortista?
Solución: sert sol
Al terminar de leer tu artículo me he acordado de algo que me ha pasado esta tarde; en una conferencia en la Universidad de Murcia sobre Organizaciones Internacionales decía un ponente: ¡pero bueno qué está pasando! ¡que Obama nos ha engañado a todos! ¡que no ha quitado a Robert Gates y encima ha metido a Hilaria que estaba a favor de la Guerra de Iraq!; en fin...una sorpresa esperada y que ya anunciábamos muchos de nosotros, un abrazo.
Va a estar divertido cuando el año que viene o el otro Obama se vaya de guerra a algún sitio (y no le faltarán), a ver como Zapatero defiende esa actuación armada.
Apoyado por los siempre sutiles e ingeniosos comentarios del habitualmente brillante Licenciado en Primero de Derecho.
Tardes de gloria nos esperan, proclamo.
Obama no es ningún progre, es menos conservador que el abuelito Mc Cain, pero ni es proabortista, ni quitará la pena de muerte ni nada por el estilo.
Que hará pepino blanco cuando las tropas de Irak se trasladen a Afganistán??
Saludos.
Al enemigo más vale tenerlo cerca. A mi Hilaria, no me desagrada, reconozco que la llegué a preferir antes que al todo poderoso y venerado por todos Obama. Un saludo.
Publicar un comentario