03 febrero 2009

El gafe


El gafe es una de aquellas películas de cuando el cine español también contaba historias de la calle pero con menos crudeza y zafiedad que en la actualidad. Era la época de los tecnócratas de los gobiernos de El Pardo y de las chicas de la cruz roja luciendo palmito y banderita, antes de despertar a la socialista que llevaban dentro.

Es una de esas cintas que, sin pasar a los anales de la historia del celuloide, forma parte del cine nacional de unas décadas donde los ozores, garisa, lópez vázquez y leblancs departian, castamente desde luego, con las gracitas, conchitas y demás señoritas refinadas destetadas en las decentes casas de Salamanca, Castellana y otras similares de la Villa y Corte.

Pues bien y volviendo al tema, el gafe es esa enésima comedia, de sabor entrañable, donde un empleado de banca , el señor Urrutía, eficiente y de buen corazón es mirado con recelo por sus compañeros de trabajo a causa de una supuesta nefasta influencia que el susodicho ejerce sobre todo lo que toca. Sería algo así como el Jonás y la ballena en el Antiguo Testamento o el Leviatán de la mitología, pero con cierto aire castizo y cateto al cincuenta por ciento, netamente español desde luego.

El gafe es tan intrínseco a nuestra cultura como la paella y la tortilla de patatas, como la lentejuela y el lunar andalusí, como el ademán cainíta y el exabrupto al contrario, como el PER y el aparcamiento en doble fila, aunque la realidad en muchas ocasiones alcanza, cuando no excede, a la ficción.

Mariano, Marianin como imagino lo llamarían de pequeño, es tal vez ese ejemplo plástico y de rutilante actualidad de que siempre hay una realidad que supera cualquier invento del séptimo arte. Y es que cual Rey Midas, a sensu contrario, todo lo que toca, pues eso...

Nunca en democracia y en época de crisis un partido en la oposición ha tardado tanto en despegar con respecto al partido que gobierna como al jovial, centrado y super chupi Partido Popular de Soraya y Celso, de las quedadas en Facebook y estulticias semejantes.

La Razón, diario poco sospechoso de connivencia con Moncloa, publica el septuagésimo tercer batacazo de los de Rajoy en intención de voto; se habla de la evaporación de 900.000 electores de las urnas rajoyescas, lo que supone una diferencia con respecto a los socialistas de casi 3,2 puntos.

Y digo yo, teniendo en cuenta la excelsa labor desarrollada por Zapatero y acólitos en frenar los efectos de la crisis, ¿no habría que pensar en la existencia de algún gafe en las filas populares?


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Curioso y divertido el último latigazo de Imperator a la sosería intelectual del registrador y su séquito.

Buena la forma y mejor el contenido encabezados con un cartel de cine para dar un toque de frescura al blog.

De los mejores!

Anónimo dijo...

¡Estoy con ánonimo!

Fin de los Tiempos dijo...

Estimado amigo, las cifras son aún peores de lo que parecen. Si el batacazo del PP es para tener en cuenta, ¿qué me dice de la intención de voto de un partido que se ha demostrado que mintió y no sabe qué hacer para salir de ésta?.

Es como si los votantes socialistas hubiesen dicho, a la tumba votando PSOE si hace falta.

Mike dijo...

Pero gafe, gafe, gafe.