07 septiembre 2006

Reseñas biográficas: El General de la Restauración

Arsenio Martínez Campos nace en Segovia en 1831 y muere en Zarauz en 1900. Fue un teórico de las disciplinas militares en la antigua Escuela de Estado Mayor, y un práctico de las mismas en las Guerras Coloniales de África, Méjico, Cuba y la última Carlista.

Tras la Revolución de 1868 solicitó destino en Cuba, donde ocupó el cargo de Vicegobernador de la isla caribeña, de regreso a España, colaboró en el pronunciamiento del General Pavía contra la I República desde el puesto que ocupaba como gobernador militar de la plaza de Cataluña, pero durante el régimen republicano ocupó importantes puestos en las luchas contra los movimientos cantonalistas e independentistas de Cartagena y Valencia.

Su más célebre actuación fue el alzamiento que protagonizó en Sagunto, proclamando a Alfonso XII como Rey de España,y según algunos adelantándose a los planes de Cánovas tendente a conseguir la restauración por métodos más pacíficos.

Ya durante el reinado de Alfonso XII fue designado Capitán General de Cataluña, brillantes y decisivas habían sido sus victorias contra los carlistas en Navarra y en la propia Cataluña.

Hombre de ideas liberales, propició desde su puesto como gobernador de Cuba la paz con los independentistas moderados y otorgó ciertas licencias a los cubanos, fue siempre partidario de una política tolerante y flexible entre la metrópoli y las provincias de ultramar y fomentó un regimen preautonomista para el pais caribeño.

A su vuelta a España, presidió un gobierno de corte conservador, pero el excesivo protagonismo de Cánovas le impulso a abandonar las filas del conservadurismo e integrarse en el Partido Liberal.

Durante su etapa de ministro de la Guerra, con Sagasta de presidente, fundó la
Academia General Militar .

De regreso al servicio activo obtuvo célebres victorias contra los moros en Melilla, sofocando las sublevaciones de los rifeños más levantiscos. De vuelta en Cuba, y ante la imposibilidad de reducir a los independentistas, dimite de su cargo y vuelve a España, donde sufrió un atentado de mano del anarquismo.

Se le volvío a destinar a Cuba para sofocar un nuevo levantamiento en 1895, el desastre estaba cerca, siendo sustituido por el general Weyler al negarse a endurecer la política colonial.

Regresó a España donde se retiró de la vida militar y política, siéndole concedido el título de Conde de Martínez Campos por la Casa Real.

2 comentarios:

El Cerrajero dijo...

Gracias por la lección de Historia ^_^

Imperator dijo...

No me veo dando lecciones de historia, pero si recopilando información y haciendo una puesta en común, a fin y al cabo de eso se trata, verdad?

Un saludo.