Reseñas biográficas: Ricardo de la Cierva, el historiógrafo de la Guerra Civil

A veces no es necesario definir a las personas, pues sólo con su vida y trabajo nos demuestran de qué pasta están hechos, esto pasa con Ricardo de la Cierva, pero además, el historiador y político se ha autodefinido con suficiente precisión como para tener que desarrollar sus palabras.

De la Cierva se define a sí mismo como un claro anticomunista, antimarxista y antimasónico, y desde luego porque soy católico, español y tradicional en el sentido correcto del término, para terminar de poner la guinda, yo siempre he defendido al General Franco, y su régimen y los principios del 18 de Julio, pero también era capaz de ver los errores que había dentro y de decírselos al propio Franco. Nieto del ministro alfonsino Juan de la Cierva y Peñafiel, sobrino del inventor del autogiro, Juan de la Cierva (distinto del anterior) e hijo de Ricardo de la Cierva y Codorníu, que fue asesinado por los acólitos de Santiago Carrillo en Paracuellos del Jarama, configuró a muy temprana edad, como era previsible, una ideología conservadora y pragmática que le aupó a algunos puestos importantes durante el Franquismo.

Doctorado en Ciencias Quimicas y Filosofía y Letras, pronto se inclinó hacia la arena, sino política sí tecnócrata del Régimen, siendo Jefe del Gabinete sobre Estudios de Historia en el Ministerio de Información y Turismo, ocupando posteriormente con la UCD la cartera de Cultura.

Defensor de lo que él llama la ingente obra de Franco y apasionado atacante del régimen republicano, se diferencia de otros escritores exaltados de uno u otro bando por lo profuso de sus estudios, que plasma en su ingente colección de libros sobre la Guerra Civil y el régimen del General Franco; es autor de uno de los estudios más amplios sobre las matanzas marxistas en Paracuellos del Jarama, no teniendo el autor resparos para señalar a Carrillo como auténtico y directo responsable de los horribles acontecimientos que hicieron famoso a ese apacible lugar montañés.

Dueño de su propia editorial, Fénix, y ferviente detractor de Zapatero, al que considera un masón redomado, tiene en su haber una ingente obra sobre los temas en los que se ha especializado, de entre los que pueden destacarse "Historia Esencial de la Guerra Civil Española", "Historia Total de España", "Carrillo miente" o "El 18 de julio no fue un golpe militar fascista". Lo considero un claro precursor de la historiografía que hoy cultivan autores como César Vidal o Pio Moa, y pese a su avanzada edad, sigue escribiendo sobre una época de nuestra historia que le marcó y cautivó como a otros muchos compatriotas.