10 mayo 2008

Laicismo versus Aconfesionalidad

Esta legislatura veremos, aún si cabe con más fuerza, la verdadera cara del socialismo español: excluyente, dogmático, revanchista y, por supuesto, anticlerical, es decir anticatólico. La Vicepresidenta De la Vega, acallados por ella misma los rumores sobre su lesbianismo, ha puesto de manifiesto la intención del Ejecutivo de avanzar en la laicidad del Estado, bonito eufemísmo para referirse a la eliminación sistemática y programada de uno de los mayores enemigos universales del pensamiento único, el Catolicismo.

Ya sabemos el adaggio clásico de que una mentira repetida cien veces se convierte en verdad, y esa parece ser la táctica de aquellos que, en vez de preocuparse por gobernar a una nación que dicen saber plural (también debería serlo en sus creencias) proyectan todas sus intenciones, en eliminar cualquier atisbo de pensamiento humanista y cristiano en España, decana entre las naciones europeas y en la que la Doctrina de la Iglesia sigue arrgaida porque es parte de su seña de identidad.

Al actual partido socialista le molesta todo lo que es intrinsecamente español, de la misma manera cínica que atacan a católicos y promueven nuevos cultos, no por convicción en ellos sino para debilitar al primero, elogian a los que hace doscientos años invadian España, so pretexto de la modernidad de las ideologias que exportaban, pero olvidando el precio que pedian a cambio, nada más que la libertad y la soberania de un pueblo, conceptos que muy posiblemente no caben en ciertas mentes.

En toda esta estrategia anticatólica, resuenan los tambores de la Guerra Civil y el apoyo explicito que el Vaticano diese al bando nacional en contraposición al gobierno republicano que toleraba asesinatos de religiosos y quema de conventos en base a otra supuesta laicidad que la memoria histórica oficial calla cobardemente.

La Constitución Española, víctima colateral de este meticuloso plan, es manoseada y adulterada con la misma desvergüenza que se manipula el lenguaje para no llamar trasvase a lo que efectivamente es, me explico. A diferencia de lo que la señora vicepresidenta, su novia o novio, o el diario Público puedan sugerir, España no es un estado laico, es un estado aconfesional, lo que requiere una reflexión no siempre hecha en la confianza de que el aborregamiento de la LOGSE permita confundir con éxito el tocino con la velocidad.

Dice el Preámbulo de la Carta Magna que la Nación Española, que cosas, proclama su voluntad, entre otras cuestiones de proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de sus derechos humanos, sus culturas tradiciones, lenguas e instituciones. Del mismo modo el artículo 16.3 establece que ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Es decir se proclama la no confesionalidad del Estado, lo que se denomina, aconfesionalidad.

La aconfesionalidad implica que el Estado no reconoce como única y verdadera a ninguna religión, pero se compromete, merced el necesario desarrollo de la personalidad humana del individuo, a promover las condiciones para que el hecho religioso pueda ser vivido sin miedo a que el aparato del estado interfiera en sentido contrario, lo que sólo ha sucedido en los paises de corte totalitario, muy especialmente en aquellos tocados por la suerte del marxismo y que ahora son el furgón de cola en todo lo relativo a prosperidad y bienestar.

El laicismo que nos quieren meter cual aceite de ricino, es el que abomina del hecho religioso, lo relega a mero vestigio del pasado cuando no lo persigue al ser una amenza para los pensamientos únicos muy del gusto de ciertos gobernantes. Es decir, no hay avances que hacer en un laicismo que juridicamente no está contemplado sino se persigue un objetivo más concreto, la eliminación sistemática del hecho religioso.

Más perfido es el argumento si no se persigue al hecho religioso en general, sino a una confesión concreta y determinada, que es la molesta para el poder gubernamental y es, dramáticamente, la mayoritaria entre la población en cuestión.

Tampoco hay que defender el derecho del que no quiere creer, pues este derecho está ya totalmente garantizado, desde el momento en que el papel del Estado no pasa del de mero arbitro de la religiosidad, esto es, nadie obliga a una persona a estudar una confesión, el ir a una iglesia un domingo o el estar bautizadoo circunciso para ser funcionario, el agnóstico goza del principio de igualdad constitucional y de libertad de culto del que se intenta desproteger al católico, ¿lo próximo puede ser prohibir procesiones y romerias por atentar contra la dignidad del nuevo estado socialista zapateril?

9 comentarios:

Mike dijo...

¡Hola! Te invito a participar en una buena causa. La vida de muchas familias y sus niños están en juego.

Podemos ayudar a mejorar esta situación. Te invito a mi post "Un vínculo inquebrantable"

Gracias de antemano.

El Gorrión dijo...

Ya sabemops hace tiempo de lo que van éstos. Y sin ningún tipo de cautelas o concesiones. A destruir todo lo que les suene a católico y quien se lo quiera creer que se lo crea. Saludos

desmitificador dijo...

Ante la ranciedad de tu artículo he decidido intervenir, no porque lo considere duro o peligroso, sino por el molesto tufillo a naftalina que desprende, impropio del siglo en que estamos. A continuación rebato algunas de tus aseveraciones:

-Afirmas que "uno de los mayores enemigos universales del pensamiento único, es el Catolicismo". Pues muchacho, si algo defiende CUALQUIER religión es la difusión de su doctrina de manera UNITARIA (generalmente se definen, como iglesias "únicas y verdaderas"). No me imagino al Papa de Roma diciendo:"Unos tios majetes estos Testigos de Jehová. Vamos a
dejar que nos roben fieles".

-La estrategia de "la mentira repetida cien veces se convierte en
verdad", que dijera el señor Goebbels, es la misma que ha utilizado durante siglos la Iglesia que defiendes sobre el tema de la existencia histórica de Jesús, las apariciones marianas o el mismo demonio.

-En cuanto a que "al actual partido socialista le molesta todo lo que es intrinsecamente español", decirte que no: la tortilla de patatas aún la respetan :) ¿A qué te refieres con "intrinsecamente español"?¿a la España de pandereta, faralaes y fiestas de guardar?¿no crees que la sociedad de cualquier país evoluciona junto al pensamiento de sus ciudadanos? La entidad de esta nación ha cambiado a lo largo de la historia. Nada tienen que ver la Hispania romana, la de Recaredo, la del Califato de Córdoba, la de los Reyes Católicos, la de los Austrias, la de los Borbones, la de la Primera y Segunda República, la de la dictadura militar del General Franco, e incluso la de la Transición con la actual. Querer simplificar en la creencia de que han existido puntos inamovibles que han marcado la "esencia española", es pueril.

-Tal y como lo redactas, das a entender que la Iglesia Católica no se hubiera aliado con los golpistas del 36, si no llegan a arder los conventos ¿no crees que es un pensamiento demasiado simple? Nadie niega que esos sucesos graves ocurrieran, es más, la dictadura lo machacó durante cuarenta años. Pero intentar relacionar a socialistas como Negrín con María Teresa Fernández de la Vega es confundir una hostia con un pellizco.

Para finalizar, decirte que si puedes acusar de algo al Partido Socialista que está en el poder, es de intentar desligar la religión del estado. En concreto a su jerarquía. Nadie habla de persecuciones neronianas de los católicos ni de quemar nada. Un estado democrático no le debe (o debería) sumisión a NINGUNA institución, por mucho que afirme estar enraizada.

Imperator dijo...

Efectivamente Mike y Fede, este gobierno, se empeña en revolver uno de los cimientos de la civilización occidental simplemente por pura conveniencia actual, lo que dice mucho no de sus pobres votantes, estas cosas no suelen ir en sus programas electorales, pero sí de sus mandarines y voceros de la red.

Mike, le echo un ojo a lo que me propones y te contesto.

Desmitificador, te contestaré oportunamente en un post que ya está condimentándose, y recuerda que la naftalina es muy útil para evitar las polillas, nos vemos prontito, chato.

Un saludo a los tres y gracias por vuestras opiniones.

Cayo dijo...

El respeto a las distintas confesiones no depende sólo de la distinción entre ambos términos, sino de lo madura y asentada que está una democracia. Estados Unidos, por ejemplo, es un estado laico, y allá donde iba el Papa en su última visita, lo hacía acompañado de representantes demócratas y republicanos y fue tratado con el respeto que, como líder de una de las principales religiones del mundo, se merece.

El problema vuelve a ser, como siempre, la escasa cultura democrática de los españoles.

Por cierto, escribiré yo también sobre el tema en mi blog, de forma algo más extensa.

Saludos y espero que se abra un debate con Desmitificador.

Alfonso Saborido dijo...

No estoy para nada de acuerdo con tu artículo, como no podía ser menos.
Somos muchos los católicos que votamos al PSOE, porque creemos que una sociedad laica es lo mejor para la ciudadanía y para nuestra propia Iglesia.
Ella, la Iglesia, ha de ser independiente de cualquier poder estatal. Pero lamentablemente, algunos la malentienden y confunden la misión de evangelizar con las ansias de gestionar hospitales o centros educativos, empresas al fin y al cabo, en nombre de Jesús, cuando en realidad lo están haciendo en nombre del capital y de sus propios beneficios.
Nuestra fe, la Fe católica, la fe del Cristo que ayer nos dio el Espíritu Santo, no necesita de imposiciones para convencer. Convence por sí misma. No necesitamos de asignaturas impuestas en los colegios, aunque al final sean optativas. Ese no es su sitio. El aprendizaje de nuestra cultura religiosa tiene un lugar: el templo, el lugar sagrado, la Casa del Señor, no un colegio civil.
Ahí está nuestro fracaso, en los miles de alumnos que después de terminar los estudios abandonan a la Madre Iglesia porque no les han sido enseñados que tenemos que vivir en comunidad, en la parroquia, centro neurálgico del cristiano.
Tampoco necesitamos sacerdotes que juzguen la ética de las acciones en los hospitales. No necesitamos sacerdotes funcionarios. Necesitamos sacerdotes servidores de su pueblo, pastores que nos alienten y nos aconsejen. Pero los elegimos nosotros. Si yo estoy en el hospital, llamaré a mi sacerdote, que irá gustasomente. Y eso mismo puede hacer cada cristiano. Pero a mí, nadie me puede imponer un sacerdote que ni conozco ni sabe de mí persona nada de nada.
El Partido Socialista nunca va a prohibir las procesiones. Eso no es cierto. Jamás un partido que lleva más de un siglo luchando por la libertad, lo hará. Es absurdo decir eso, porque hoy a los españoles no les sirve el miedo. Y en cuanto a lo que dice de las romerías, el presidente andaluz, socialista, acaba de recibir la medalla de oro de la hermandad matriz de El Rocío de Almonte. Por algo será.

Y en cuánto a los comentarios que haces sobre la conducta sexual de la Vicepresidenta, creo que están fuera de lugar. Es más, suelo leer tus post , porque a pesar de estar a años luz de lo que pienso, me gusta como escribes, pero en esto, no te lo puedo admitir. Es de muy poca clase eso de meterse en la intimidad de la gente. A mí no me importa con quién se acueste la Vicepresidenta ¿a ti sí? Por comentarios homófobos como éste, entre otras cosas, el Partido Popular ha perdido las elecciones.

Un saludo.

Imperator dijo...

Amigo Alfonso, gracias por tu comentario, y si me permites, empezaré por el final.

Realmente no me importa la sexualidad de la vicepresidenta, ya que es cuestión de cada cual con quién quiere compartir su vida, con independencia de que sea alta o baja, rubia, morena, conservadora o progresista.

En ningún momento creo hacer mofa de la inclinación sexual de De la Vega, la frase textual es "La Vicepresidenta De la Vega, acallados por ella misma los rumores sobre su lesbianismo..." no veo que haya evaluado el tema, nisiquiera deslizado ningún tipo de alusión o valoración, fue ella la que hablo del asunto preguntada por los periodistas, asi que creo que, desapasionadamente no se me puede acusar de nada, porque nada digo al respecto.

En cuanto a la cuestión central, y encantado de que me leas y me rebatas, como dices tú no podia ser menos, creo que ese es el problema de la izquierda, y realmente me fascina el rol de "católico de izquierdas" creeme.

Me explico, la izquierda, partiendo de esa bondad ancestral e indubitada de la que a veces parte, se empeña en el tema de la religión de confundir los términos laicismo y aconfesionalidad, tienes en los comentarios de este post dos claros ejemplos, y yo sigo insistiendo en lo mismo: laicismo no es aconfesionalidad, y nadie me rebate el argumento, pasais de soslayo.

Sé que muchos católicos votáis al psoe, posiblemente en el entendimiento de que la doctrina de la Izquierda y la de Cristo, que saparáis siempre de la de la Iglesia oficial (ya lo sé, los ampulosos desfiles de mitrados, y los banquetes de los purpurados)son totalmente compatibles, ese es el argumento de la Teología de la Liberación, compatibilización entre socialismo y cristianismo, ya sabemos como terminaron. No puedo estar, esta vez yo, en acuerdo contigo.

La frase de que Cristo fue el primer socialista, que no la usas tú pero es tan socorrida, me parece falsa, y lo es porque a mi humilde entender no sólo el comunismo sino el socialismo niegan el hecho religioso, la trascendencia de la vida espiritual y la existencia misma de Dios el "opio del pueblo" ya sabes.

El votante católico de izquierdas votará al PSOE de la misma manera que el votante católico vota al PP en la creencia de que el bienestar que quiere para sus semejantes lo proporciona esa opción politica, pero insisto que para mí el problema es como se puede compatibilizar el ser católico con votar a una ideología que, no ya históricamente sino actualmente, se empeña el relegar a su fé al cuarto trastero de la casa particular, que propugna formas de matrimonio que si bien respetadas por el orden civil van en contra de lo que establece la Iglesia, que defiende la interrupción del embarazo, etc, etc. Esa es para mi la principal dicotomía entre ser socialista y católico, me es dificil entender que se pueda compatibilizar.

Dices que el aprendizaje de la religión ha de hacerse en casa, en el templo y no en la escuela, pero nadie dice que se imponga la fé en las aulas sino que se deje la cosa como estaba, que en los colegios que es donde se educa y forma a las generaciones de españolitos haya un lugar para la formación religiosa porque también ésta es importante para el desarrollo de la personalidad y el que no quiere que estudie ética. ¿Porque el PSOE trata de eliminar el crucifijo de las escuelas para sustituirlo por la media luna? eso no es aconfesionalidad, ni laicismo es otra cosa.

Por último,si me dejo algo sé que me lo indicarás amablemente, el hecho de que a Cháves le hayan dado la medalla de oro de alguna cofradia no me supone demasiado, sólo el más que importante elemento tradicionalista, y nada religioso, de ciertas manifestaciones culturales en Andalucia, Murcia y todo el Levante, donde el nazareno es, ante todo, costumbrista y tradicional mucho más que devoto fiel.

Gracias por tus comentarios, sabes que siempre son valorados.

Anónimo dijo...

No sé como hay católicos que puedan estar de acuerdo con lo que está haciendo este gobierno.

Mi opinión es totalmente coincidente con el autor de este blog.

Saludos.

Republica Rojigualda dijo...

La fashionaria no quiere un estado laico, sino un estado laicista. Un estado laico (Francia por ejemplo) sería aceptable -aunque personalmente prefiero que sea aconfesional- pero ellos lo que quieren es un estado laicista, donde se elimine sistemáticamente todo lo religioso (católico, naturalmente). Un estado como la II república, que al principio permitía las quemas de conventos y al final ya las promovía, además del asesinato de religiosos y creyentes, claro.