Pocas mujeres tan luchadoras ha dado la clase política como la presidenta del Partido Popular Vasco, María San Gil. Cuando esta señora del centro derecha español tuvo que abandonar la vida pública por motivos de salud, muchos sin distinción de ideologia lamentamos su marcha, del mismo modo que nos alegró su retorno a la primera linea de la arena politíca en las antiguas provincias vascongadas, donde es tan dificil sentirse vasco y español.
Con la catársis pepera propiciada por Mariano Rajoy, hoy de culo, cuesta abajo y sin frenos, con perdón de la expresión, la incorporación de San Gil como uno de los valores en alza dentro de la cúpula popular mandarina nos hacía soñar con una nueva derecha: luchadora, con valores y valiente hasta el máximo. Su participación en la ponencia política del congreso guateque marianista de Valencia, quizás supondría introducir cordura, sensatez y gallardía en la ideología de un partido sumido en una metástasis propiciada por su actual clase dirigente.
En el dia de ayer, María San Gil, probablemente hasta arriba después de cuatro años al pie del cañon en la trinchera más peligrosa del PP dijo una vez más, basta ya. Y lo dijo a los suyos, o a los que creía tales, ante el argumento tan atrevido de que a partir de ahora hay que llevarse bien con los separatistas, otorgando via estatutaria tal vez, poder a cada barón del partido para establecer la estrategia propia e independiente de la dictada por los organos nacionales del partido, es decir, la que a cada cual le parezca mejor para asegurarse la poltrona.
Mariano Rajoy se está quedando sólo ante el proceso de fragmentación que está protagonizando en su formación política, olvidando las bases ideológicas y los valores que hace menos de seis meses le hicieron recibir más de diez millones de votos, con tanto bambolelo veriamos los que recibe hoy. Lo dicho, de culo, cuesta abajo y sin frenos.
En el dia de ayer, María San Gil, probablemente hasta arriba después de cuatro años al pie del cañon en la trinchera más peligrosa del PP dijo una vez más, basta ya. Y lo dijo a los suyos, o a los que creía tales, ante el argumento tan atrevido de que a partir de ahora hay que llevarse bien con los separatistas, otorgando via estatutaria tal vez, poder a cada barón del partido para establecer la estrategia propia e independiente de la dictada por los organos nacionales del partido, es decir, la que a cada cual le parezca mejor para asegurarse la poltrona.
Mariano Rajoy se está quedando sólo ante el proceso de fragmentación que está protagonizando en su formación política, olvidando las bases ideológicas y los valores que hace menos de seis meses le hicieron recibir más de diez millones de votos, con tanto bambolelo veriamos los que recibe hoy. Lo dicho, de culo, cuesta abajo y sin frenos.
6 comentarios:
Iba a decir que no sé dónde vamos a ir a parar... pero sí, sí que lo sé... a otros cuatro años más de ZP, auspiciado además por S.M. como preclaro líder nacional, vigía de occidente, conciliador de civilizaciones, hombre de paz y nosequé más.
Una frase muy campechana para definir lo que pasa en el PP. González Pons, que está muy graciosillo, dijo que era desaceleración.
Un saludo
Hay que aplaudir la valentía y la firmeza de María San Gil, de las pocas que se atreve a alzar la voz, para defender unos principios, unos valores y unas ideas, que son los que votaron más de 10 millones de personas, y que son por los que diariamente se juegan la vida en el País Vasco los miembros del PP, como para que ahora vengan a decirles que eso no ha valido para nada.
¡YO ESTOY CON MARÍA SAN GIL!
Como ya he dicho en mi blog, quizás es el síntoma más preclaro de lo mal que lo está haciendo Rajoy. Como dice Miguel, el PP está en desaceleración, pero por culpa de la desaceleración mental de algunos.
Saludos.
Aunque no comparto para nada, ninguno de los pensamientos de María San Gil, yo admiro a esta mujer, por su valentía. A ella y cualquier no nacionalista que hace política en el País Vasco, así como a la guardia civil o la policía nacional.
Yo opino que su manera de hacer política ha fracasado; a la vista está los votos que ha obtenido el PP en el País Vasco, pero eso no le quita valor a esta señora; tanto valor real al jugarse la vida como al defender sus convicciones.
Efectivamente, la militancia de base y los votantes de la calle está con San Gil, la directiva no, contundente y fácil el análisis.
No creo amigo Alfonso, que el hecho de que el Partido Popular haya perdido las elecciones deslegitime ni un ápice la forma de hacer política de María San Gil, como decía Gustavo de Arístegui, que cada dia me gusta más, "con los principios de María se ganaron dos elecciones"
el problema puede ser de estrategia, de personas e incluso de talante (más dialogante o más duro) eso es discutible, pero creo que el tema de las ideas no es la causa de la derrota, claro que puedo estar equivocado.
Saludos.
Publicar un comentario