El todavía presidente norteamericano George W. Bush no ha querido abandonar el cargo sin visitar a las tropas desplegadas en Irak. La antigua tierra del ladrón de Bagdad camina con paso lento y tortuoso hacia la democracia tras la era de Sadam, aún bajo la égida de los soldados de las barras y estrellas.
Sin duda, Bush esperaba que su visita dejase para los anuarios una imagen bien distinta a la de un par de zapatos oportunamente sorteados por el tejano, pero el destino deparaba una última instantánea para el único mandatario en activo de la controvertida cruzada contra el terrorismo de corte islamista. Ayer durante la rueda de prensa con su homólogo Nuri al Maliki, el reportero del canal de televisión Al Bagdadía, no confundir con Algarabía, lanzaba contra el presidente norteamericano sendos misiles con forma de calzado iraquí ante la pasividad, todo hay que decirlo, de la guardia de corps del mandatario extranjero.
Al parecer, yo no lo sabía, en el mundo islámico la peor ofensa no es la ablación o el burka sino tirarte un zapato, por lo que el reportero debería estar muy enfadado con el infiel de turno. Bush esquivó con acierto los dos lanzamientos, y es que el agresor contó con una segunda oportunidad de dar en la diana, caso sólo permitido cuando se trata de presidentes salientes, pero fue reducido con posterioridad sin conseguir consumar su hazaña. Parece que son muchos los abogados árabes que han ofrecido sus servicios al zapaticida, incluso alguno que participó en la defensa de Hussein, lo que sin duda aumentaría el acerbo jurisprudencial en materia de utilización violenta de aditamentos del vestir.
Al margen de lo controvertido del affaire Irak, la cuestión que se me plantea es que en tiempos de Sadam nadie le tiraba zapatos. Una de dos, o ahora son más agresivos o después de todo la democracia y la libertad de expresión, aunque sea a golpe de suela, se está haciendo su hueco en la antigua Mesopotamia.
Sin duda, Bush esperaba que su visita dejase para los anuarios una imagen bien distinta a la de un par de zapatos oportunamente sorteados por el tejano, pero el destino deparaba una última instantánea para el único mandatario en activo de la controvertida cruzada contra el terrorismo de corte islamista. Ayer durante la rueda de prensa con su homólogo Nuri al Maliki, el reportero del canal de televisión Al Bagdadía, no confundir con Algarabía, lanzaba contra el presidente norteamericano sendos misiles con forma de calzado iraquí ante la pasividad, todo hay que decirlo, de la guardia de corps del mandatario extranjero.
Al parecer, yo no lo sabía, en el mundo islámico la peor ofensa no es la ablación o el burka sino tirarte un zapato, por lo que el reportero debería estar muy enfadado con el infiel de turno. Bush esquivó con acierto los dos lanzamientos, y es que el agresor contó con una segunda oportunidad de dar en la diana, caso sólo permitido cuando se trata de presidentes salientes, pero fue reducido con posterioridad sin conseguir consumar su hazaña. Parece que son muchos los abogados árabes que han ofrecido sus servicios al zapaticida, incluso alguno que participó en la defensa de Hussein, lo que sin duda aumentaría el acerbo jurisprudencial en materia de utilización violenta de aditamentos del vestir.
Al margen de lo controvertido del affaire Irak, la cuestión que se me plantea es que en tiempos de Sadam nadie le tiraba zapatos. Una de dos, o ahora son más agresivos o después de todo la democracia y la libertad de expresión, aunque sea a golpe de suela, se está haciendo su hueco en la antigua Mesopotamia.
6 comentarios:
Si en la mayor parte de Europa no hay democracia por vicios sistémicos, allí no puede haberla por principio. Por principio, el Islam es incompatible con la democracia, por eso no hay en el mundo un país islámico que pueda ser considerado algo parecido a una democracia, con la excepción de Turquía, claro.
Por cierto Imperator, ¿has recibido mi correo electrónico con instrucciones para 30AdP?
Ahi le has dao, querido Imperator... ya me gustaria a mi ver como le hubieran tirado zapatos a Saddam...
No intentemos justificar la desafortunada e ilegítma invasión de Irak por parte del Gobierno de Bush, a través de una pretendida democracia que algunos quieren ver como algo presente, en signos tales como zapatazos arrojados por periodistas vehementes.
No,la democracia no es algo que se pueda imponer por el ejército de EE.UU. La razón de ser de la misma radica en que las decisiones, sean éstas cuales sean, las adopte el pueblo...que no nos tomen por tontos y nos hagan tragar en biberones de ideología de segunda mentiras infumables y menos que sea Bush el que lo consiga.
Imperator, el artículo, como se dice en la capital, está "de buten", pero no estoy de acuerdo con el último párrafo...en ese punto creo que te equivocas...que osadía la mía al contradecirte a sabiendas de lo bien que te defiendes...pero bueno Imperator, como le dijo Tony Curtis a Jack Lemmon en esa frase mítica "Nadie es perfecto".
Se lo dice Jack Lemmon ("Daphne")a Joe E. Brown (Osgood)
http://www.youtube.com/watch?v=V1rLIhL__Lk
Afueraparte, sí, vale, que le tiren un zapato a Bush no es síntoma de democracia, y en cualquier caso es una democracia impuesta... pero creo que la dictadura anterior tampoco había recibido pacífica aclamación popular.
Me hace mucha gracia los que piden (no digo que sea tu caso, querido anónimo) que no haya injerencia externa en ls asuntos internos de una nación, que las invasiones y las guerras son malas... pero sin embargo no ponen pegas a las Brigadas Internacionales que traían en el 36 a España valientes luchadores por la libertad (no hay ironía en este comentario, en serio, siento mucho respeto por los Brigadistas).
Supongo que habrían visto igual de injusto que el derrocamiento de Saddam si en los años 50 una coalición internacional hubiera entrado en España para quitar de enmedio a Franco e "imponernos" una democracia...
Efectivamente, RR el Islám es la antítesis de la democracia, y no creo que Turquía sea una excepción. Por otro lado su pretendida inclusión en la Unión Europea me parece un insulto a la más elemental inteligencia, con fundamentos culturales, históricos y políticos, desde luego.
No, no he recibido ningún mail tuyo, a propósito del blog compartido.
Amigo Antonio, ya sabemos como se las gastaba Sadam con las minorias , ¿no? cualquiera se atrevía a toserle a él o a cualquiera de la baraja de poker...
El comentario anónimo y capitalino, de adopción, no nos engañemos, merece comentario añadido gracias por darme la oportunidad.
No nos vamos a remontar ahora a la teoria de Santo Tomás sobre la guerra lícita y la ílicita, eso sólo lo sabemos los del plan antiguo que nos dedicabamos a cosas menos luctuosas que al rictus contemplativo oportunamente aderezado con una pizca de sal para pipa.
Al margen del apunto anterior, más lúdico que otra cosa. La intervención en Irak, llevada a cabo por EEUU y por otros socios de la OTAN, es tan controvertida como la primera guerra del golfo pérsico, en época de Felipe y con Marta Sánchez cantando aquello de "soldados del amor" o los bombardeos de Checoslovaquia, también con Felipe. Lástima que los medios de comunicación y la temprana edad de algunos impidan una perspectiva más amplia y menos reducionista del asunto.
Obviamente la democracia, ese mítico sistema menos imperfecto que el resto, no debe imponerse a golpe de M16, del mismo modo que no debe imponerse cualquier pensamiento único. La cuestión de la licitud o no de la intervención es tan controvertida como otras tantas, al menos para los no asiduos a la CNN+, de ahí la libertad de la audiencia para comentar el tema.
En cuanto al último párrafo, con o sin gluten o debuten, en provincias no usamos esos términos, sólo pretende expresar una idea que se me antoja bastante nítida, nadie durante el régimen genocida de Sadam se atrevió a llevarle la contraria, o si lo hizo no vivió para contarlo. Casualmente por eso fue juzgado y condenado por un tribunal, además la pena capital que se le impuso fue celebrada desde estas líneas.
Esto no es óbice para que se puedan formular reparos sobre la ocupación de Irak que son admitidos, por otra parte, en mayor o menor medida por todos en cuanto que existe una legalidad internacional, cutre y mermada, pero legalidad al fin y al cabo. Pero insisto, hoy dia en Mesopotamia se puede opinar a favor y en contra del asunto, con Sadam nadie decía ni mu, ergo algo se mueve.
En cuanto a frases de cine se me ocurre una de Charlton Heston a Ava Gadner en 55 días en Pekín, pero me la reservo.
Un saludo.
A mayor abundamiento, obiter dicta, gracias Antonio por la corrección cinematográfica y demás.
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