29 enero 2007

Profanadores de tumbas

Las alimañas no respetan ni a los muertos, así ha pasado este fin de semana en el Cementerio donde reposan los restos mortales de Gregorio Ordoñez; no contentos con arrebatarles la vida, los cachorros de las ratas separatistas de ETA han intentado profanar la tumba del edil popular que fue objeto de homenaje por la fundación que lleva su nombre.

La policia autonómica vasca detuvo in fraganti a los vándalos cuando pisoteaban con sus zarpas las flores colocadas por familires y amigos en fecha tan señalada. Como es sabido, José María Aznar, participó activamente en el acto homenaje en el que fue galardonado, y pronunció un discurso que ha sido calificado por los socialistas de miserable, demagógo y otras lindezas a las que nos tienen acostumbrados. ¿Como llamarán ahora al suceso del cementerio?

Seguramente Zapatero seguirá pensando que estos son gente de paz, que son simplemente niñerias sin importancia, y seguirá contando con la cobertura de las sabias reflexiones jurídicas del juez Garzón, ¿cabrá esto en el amplio concepto de la libertad de expresión que defiende el magistrado de la Audiencia Nacional?

Lo único cierto es que de esta gentuza no se libran ni los difuntos, siendo tan culpables estos descerebrados emporretados y borrachos como los políticos y jueces que con su ambigüedad calculada y mediocre espolean los sentimientos más rastreros de aquellos.

2 comentarios:

El Cerrajero dijo...

Mil veces cobardes ¿a que no se atreven con los vivos?

Imperator dijo...

He visto comentarios en periódicos digitales que llegan incluso a justificar este suceso, España está muy dividida cuando no somos capaces de denunciar de manera unánime estas prácticas.

Un saludo.