No deja de sorprenderme que en este Estado tan social y multinacional que, por obra y gracia de Zapatero disfrutamos, el debate anual sobre la gestión del gobierno siga teniendo la coletilla de debate sobre el estado de la Nación; me extraña, digo, que los socialistas no hayan sucumbido a los cantos de sirenas de sus queridos compañeros de viaje separatistas y comunistas y no hayan cambiado la tradicional denominación por algo así como debate sobre el estado de la federación, cosas peores hemos visto.
Estos dias hemos presenciado el enésimo choque entre los dos grandes partidos, lo que en otra época se llamaban las dos españas, protagonizados por los primeros espadas de ambos grupos, José Luis Rodriguez, presidente del Gobierno de España por la gracia del terrorismo y Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular por obra y gracia del dígito de mi añorado y siempre idolatrado José María Aznar.
Si algo me ha quedado claro es que volvemos a estar en campaña electoral, no se trata esta vez de elegir alcalde, o ver a quién ponemos de conselleiro de cultura panocha, sino de dilucidar sobre próximo inquilino del palacio de La Moncloa. El debate, en ese sentido, ha sido claro, y ambos lideres han mostrado, sin duda, sus primeros argumentos de cara a la confrontación del mes de marzo próximo que se ve ya cercana.
Por un lado, Zapatero, dale perico al torno, con sus tics habituales: guerra de Irak, mayores derechos sociales para todos, todas y todes y un deseo incansable de buscar la paz, aunque sea por encima de la dignidad y la libertad de las personas. Por otro lado, Rajoy exigiendo trasparencia al gobierno sobre las cesiones, o al menos pactos, a los que hubiese llegado con el entorno de la mafia etarra.
Un debate, sin lugar a dudas, con muchos paralelismos al de otros años, pero con un hecho singularmente importante, podría ser el último de Zapatero como presidente del gobierno, en nuestra mano, y en nuestro voto, está que así suceda.
9 comentarios:
El debate sobre el estado de la Nación --por mucho que quieran confundir desde la izmierda-- es un examen a la política de 'eso' que tenemos parasitando la Moncloa y la verdad es que suspendió totalmente.
No se trata de Rodríguez y Rajoy, ni se trata de un duelo entre iguales. Repito: sólo se examinaba a Rodríguez el Traidor y éste palmó.
Que sea el último debate de ese inepto, es menester.
Un saludo ;)
Yo propondría a Zapatero poner el nombre de "Debate sobre el Estado de la Confederación". Suena a más talante. Todo sea por contentar a Esquerra y esa calaña nazionalsocialista.
Yo creo que, directamente, podría llamarlo "Debate de la Pazzzz y la Sólidaridazzz" (cómo acentúa él).
Sencillamente grotesco.
Un saludo.
Pues yo voto por "Debate sobre el Estado de la Nación de Naciones antes llamada España" es largo, pero todo sea porque los nacionalistas le aprueben los presupuestos.
¿Es que después de más de tres años de "gobierno" no ha hecho nada lo suficientemente importante para dejar de basar su política en Irak?
Qua desbarajuste de debate
Realmente, me dáis miedo. Añorar a una persona tan irresponsable en sus declaraciones y tan temeraria en sus actos como Aznar. Es como si yo admirase al dictador Castro simplemente porque soy de izquierdas. Una locura. Un saludo.
Querido Anónimo, su opinión sobre la admiración hacia Castro la comparto al 100%, pero igualmente me sabrá reconocer que hay muchos que pensarán en él no como un dictador sino como un libertador, y muchos de ellos son además prohombres de nuestro Gobierno. Permitámosles que incurran en un error, pero permítanos a nosotros equivocarnos, como humanos que somos, y déjenos defender a alguien que es tb humano, que se equivoca, ni más ni menos que los demás, pero que ni aprovechó su paso por el poder para enriquecerse ni a sí mismo ni a los suyos, que fue escrupulosamente respetuoso con el Estado de Derecho, que no amparó crímenes de Estado ni corrupción, que no mandó a aviones españoles a bombardear los Balcanes pq lo decía el Secretario General de la OTAN, que consiguió que en un tiempo record un país del furgón de cola de la UE cumpliera todos los criterios de convergencia con el Euro, supo gobernar PARA TODOS y no sólo para los que le votamos (aunque ello le acarreara críticas internas y la acuñación del término "maricomplejines") y bajo cuyo mandato España pintaba algo en Europa y en el mundo.
Todas esas chorradas de la foto de las Azores, de ir "a la guerra" cuando se manda un buque hospital que llega una semana edspués de que se haya derribado la estatua de Saddam, de poner los pies sobre la mesa de Bush y el "estamos trabajando en ello" por no hablar de los fastos de la boda de su hija son bobadas que no aguantan la comparación con encargar a tu cuñado que te haga el bunker de La Moncloa, llevarte a tu hijo en el viaje oficial a China "para que aprenda I-Ching" o usar aviones del Ejército para viajes particulares a Londres de compras o a París a ver cantar a tu mujer.
Si no es por la óptima relación con USA la "anécdota" de Perejil habría sido el primer paso de una nueva Marcha Verde y ahora mismo probablemente Ceuta y Melilla no serían España, y sin ayuda de nadie, pero formando alianzas naturales con Italia y Polonia en Niza dejamos claro que éramos al menos el 5º país más importante de Europa y que o se nos hace caso o esto no avanza.
Ahora perdemos el culo por una foto hecha con el móvil en un pasillo que refleje que no hemos desaparecido para USA y festejamos una visita de Condoleeza como si fuera un heraldo divino, en la UE nos tragamos el sable de una constitución que es más falsa que un duro de cartón y somos más listos que nadie y votamos SÍ en el Referéndum de una nada con vapor y sombra, y nuestros aliados internacionales son el Coma-Andante en chandal Adidas, el Paul Anko de Venezuela que ríete tú del antenicidio, y el Señor de los Jerseys.
Las generalizaciones son siempre muy malas, Querido Anónimo, como considerar que SÓLO puede ser republicano alguien de izquierdas. Le sacaré del error. Yo, y como yo unos cuantos, gracias a Dios, soy republicano. Pero de los de George Bush. Y para España, como presidente de la República, quiero a Don José María Aznar López, quiero que le voten 12 millones de españoles, y ocho años después, cuando expiren sus dos mandatos, si no les gusta a los demás, que sean otros 12 millones de españoles los que voten, si tal es su deseo, a Doña María Teresa Fernández de la Vega. Por ejemplo.
El comentario de A. Rentero, sintetiza tan bien el asunto que apenas merece ser ampliado, merced de una reflexión tan ligera y superficial como la que lo ha generado.
Pero como autor de este blog, cuyo fin no es, desde luego, "dar miedo" ni lo motiva niguna "locura" ni enajenación transitoria o permanente, si me gustaría apuntar alguna idea, que me parece clave en este pequeño debate que nuestro asustadizo anónimo, o anónima quién sabe, ha suscitado.
Partiendo, faltaría más, de que la Democracia sólo es buena si sirve a los interéses de la Izquierda, y únicamente útil, si sirve para aupar a la progresía al poder, empiezo señalando algunas cuestiones que por sabidas no deben obviarse.
En este blog, a diferencia de otros, se admite cualquier comentario,sean más o menos sesudos, como es el caso, independientemente de su color; un leve vistazo al patio confirma mi aserto. Es más, sueño que alguna mente pensante y colorada,pero de cierta categoria, aderece estos posts, aunque de momento no he encontrado ninguna que quiera repetir, por algo será...
En El Concilio Ibérico, se admira a José María Aznar,si, desde luego que si, y se hace porque representa una serie de virtudes políticas que no abundan todo lo que debieran, por supuesto que también hay errores, ya sabemos que la honradez y bondad ancestrales son patrimonio universal de la izquierda, así como otros tantos valores con los que llenan sus bocas pero pisotean con sus hechos.
No podía compararse a Aznar con otra persona, tenía la izquierda española que juntar a sus dos grandes fetiches, Aznar y Castro (raro es que no se mentara a Franco, claro que en un comentario de cuatro lineas no es posible más), harta fácil será la defensa del primero y la abominación para el segundo.
José María Aznar, como decía, singulariza grandes virtudes de un político: la honradez en su gestión, la fidelidad inquebrantable a sus valores políticos, la comprensión con las victimas del terorismo etarra, la cualificación profesional, la lealtad a sus amigos, y por encima de todo, la legitimación democrática que le ha dado ganar dos veces unas Elecciones Generales, y la grandeza de ser el único político español que, en la cima de su carrera, limitó su mandato por voluntad propia.
Por otro lado, un criminal chocheante, anquilosado en la guerra fria, que fue aupado por el comunismo internacional y que viejo y enfermo, se aferra al poder asfixiando a demasiadas generaciones de compatriótas.
Se dice que no se quiere comparar, pero se hace, la izquierda mira más comodamente al viejecito caribeño, que a aquel sobrio inspector de hacienda que derrotó al todopoderoso Felipe González, y eso no se olvida.
Cuando leo comentarios tan pobres y vacios como ese, me aferro má sen mis posiciones, pero muy en el fondo siento lástima por la pobreza mental de quien los ha escrito si no llega a más, o me preocupa, sin llegar desde luego a "asustarme", la perfidia de quién insinúa, sin argumentar, que se pueda opinar de esa manera hoy en dia.
Como ya dije una vez, antes de hablar de Aznar en ester blog, hay que limpiarse la boca, hoy lo reitero, pidiendo excusas a los asiduos si ven el tono soez, pero no quiero dejar de ser plástico con ciertos temas.
Aún así, anónimo, vuelve cuando quieras, pero si tu corazón se infarta cuidate de este lugar pues el tono ya lo conoces.
Un saludo a todos.
Publicar un comentario