Los ladrones andan sueltos

Pues si, las historias de atracos de bancos y de sustracción de bienes valiosos no sólo son un buen argumento para los productores de Hollywood, sino también para algunos que quieren ser blogueros pero cuya capacidad para generar ideas propias es nula, como digo, no tenemos que irnos tan lejos (tampoco a la sede más cercana del PSOE) para encontrar un descarado, ramplón y chapucero plagio de ideas, que se lo digan a mi buen amigo Cayo, autor de El Mentidero.

A veces encontramos en otras bitácoras escritos con los que nos sentimos identificados, cuyas opiniones coinciden con las nuestras, otras ocasiones nos enlazan como punto de partida para nuestros debates, es un honor, y nadie se ha quejado pues las buenas maneras han imperado.

Todo eso se terminó el otro dia, cuando Cayo me comunicó que había encontrado, sagaz que es el muchacho, un seudoblog donde vió reproducidos algunos de sus más recientes escritos. Me dirigí al lugar del delito para ver in situ la fechoría y he de decir que superó todas mis esperanzas, letra a letra, frase a frase, aparecian plagiados unos cuantos escritos de este amigo de dentro y fuera de la Blogcosa, con la poca delicadeza, o mucha estupidez más bien, de no variar ni la foto ilustrativa del texto

El sujeto se hace denominar Diablo, pero creo que no llega a la categoria ni de diablillo, en todo caso, y como alguien dijo por ahí, de pobre diablo.

Enanos mentales estamos acostumbrados a ver todos los dias, en especial en los telediarios, pero tanta cutrez, descaro y poca vergüenza, en alguien, que parece que no es miembro del ejecutivo de Zapatero, me ha producido sonrojo.

¡Ay Diablo! esto creo que era una colonia de Antonio Banderas, curiosa coincidencia, no te preocupes si no sabes escribir un pensamiento diario, mensual o anual de tu propia pluma, hay cuadernos de escritura donde te guian durante todo el texto ya sabes, un modelo del que copiarse, como a tí te gusta, los encontrarás en centros comerciales, librerias y tiendas especializadas ahora que comienza el curso escolar, que los disfrutes.