¿Y qué pasa si el Pazo es de Franco?

Si nos ponemos en este plan, algunos van a tener que salir de crucero en patin acuático, y los de posados que nos vamos a perder. Leo en diversos diarios que la Xunta de Galicia de Touriño y Quintana quiere poner sus zarpas en el emblemático Pazo de Meirás, casa de la escritora Emilia Pardo Bazán y residencia estival del anterior Jefe del Estado, Francisco Franco Bahamonde.

Y es que Galicia puede arder, la corrupción instalarse en todos los niveles de su administración, miles de monumentos centenarios caerse de pura ruina, que mientras haya gallescolas de esas para poder cantar el himno antes de saber las cuatro reglas y el Pazo de Meirás sea B.I.C., la Gross Galitza irá perfecta, cada vez más nación, más progre y más gili.

Cualquier persona con un poco de criterio puede darse cuenta de que la maniobra de la Consejería de Cultura gallega es poner argumentos seudoartísticos como ariete hacia la confrontación política tan querida por los gobiernos socialistas y sus socios de turno.

El Pazo de Meirás, comprado por gallegos de renombre afectos al Régimen y donado al entonces Caudillo, tiene el mismo valor paisajistico que otros tantos pazos que pueblan las hermosas tierras de las meigas. La singularidad de la construcción es precisamente el hecho que quieren dejar de lado los precursores de tal iniciativa, el haber sido residencia veraniega de Franco, y es que no hay nada más útil que remover viejas rencillas y regodearse de tener la última palabra, aunque sea después de tantos años de la muerte del general, morbo en estado puro y no amor a la Cultura.

Dicen que la familia Franco se ha negado a que los técnicos de patrimonio histórico accedan al lugar y que se enfretan a una sanción de la administración, y hay quién ha puesto encima de la mesa la eventualidad de una expropiación si no pasan por el aro, tenemos la versión de unos, echamos en falta la de otros.

Si no existiesen consideraciones politicas de por medio, la Xunta habría actuado con el protocolo en estos casos, es decir, ofrecer a los dueños del inmueble una oferta que no pudiesen rechazar, me explico, otorgamiento de subvenciones nominativas para la adecuación del entorno, coopropiedad de los bienes, régimen de visitas de común acuerdo, etc, todo eso está en la Ley de Patrimonio, además la propia Xunta reconoce la propiedad de los descendientes del general sobre el inmueble, por lo que el tema, sin duda, ha sido mal enfocado con una intencionalidad pérfida y ajena a cualquier consideración artística, no hay que olvidar tampoco que los herederos de la universal Emilia Pardo vendieron su propiedad y que se transmitió legalmente a los nuevos dueños que a su vez hicieron la donación, parece un supuesto bastante elemental de Derecho Civil, y los registros están ahí para verlos.

Es sabido que los jefes de estado y de gobierno reciben detalles y dádivas, otra cosa es el debate sobre la idoneidad o no de tales regalos. Por la misma regla de tres, se podría debatir y mucho, sobre la flota de bribones de los borbones, o qué pasa, ¿acaso es distinta la ofrenda del Pazo a Franco que los barquitos que los empresarios ofrecen al Rey en su merecidísimo retiro de Marivent o las cestas que van y vienen al Rúber cada vez que una infantita trae otro nene al mundo?