La letra del Himno Nacional o la mediocridad en clave de sol

El INEM ha organizado un nuevo curso/concurso entre los parados españoles, sin distinción entre hombres, mujeres o zerolos, blancos, negros, amarillos o tornasolados. El objeto es sencillo pero a la vez trascendente: poner letra a la Marcha Real o Himno Nacional de España, patrocinado por el Comité Olímpico Español y auspiciado por la SGAE y el gobierno socialista, todo un ejemplo de patriotismo, y no sólo económico.

Qué duda cabe, es el momento más apropiado para entrar en cuestiones de esta índole, que si no fuera por lo serias y trascendentes que son, podrian parecer una nueva broma de La Moncloa, lo peor, es que creo que es exactamente esto.

Que la iniciativa provenga de una organización deportiva, con todos mis respetos, me parece frívolo e inapropiado, fruto de la única preocupación de que nuestros sudorosos atletas no se pasen dando saltitos, escupiendo al terreno de juego, o tocandose sus partes durante los acordes del Hmno Nacional, aunque hay excepciones dignas, veáse a Raul o Salva, pero también hay de la primera especie.

Como digo, que la prisa e improvisación en este asunto responda a dar mayor prestancia a eventos deportivos me parecer ofensivo, y así lo siento, estoy seguro que no soy el único. Si a esto unimos los serios episodios de desfragmentación y crisis nacional que sufrimos, porque la sufrimos aunque alguno nos remitan a releer con mansedumbre cristiana la Biblia me parece, como ya he manifestado, una broma ofensiva y esperpéntica.

El autocalificado como perdedor y autor de la enésima coña de estos cuatro años es un parado manchego de 52 años, enterado de que había ganado tan magno concurso gracias a la televisión, y que atiende a la gracia de Paulino Cubero, su formación lírico-musical no me consta del mismo modo que desconozco el estado en que se encontraba antes y después de crear tan insipidas estrofas que han producido un revuelo de opiniones negativas, no obstante, intelectuales tan afamados como Gregorio Manzano han puesto un diez a las estrofas de Cubero, ejemplo palpitante de lo elevado que es el debate.

Asumiendo el riesgo que supone para el buen gusto, no puedo más que colocar la rima de parvulario que se nos propone con un rápido análisis y que cada uno juzgue por si mismo:

¡Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón.

La única frase que se podría salvar es la primera, obviamente, del resto del estrofado empiezan a emanar ciertos efluvios con efecto disgregador y diferenciador que no me gustan.

¡Viva España!
Desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad.

Bueno, lo del himno de hermandad bien podría referirse a la tradición de cofradias y hermandades de las diferentes semanas santas, aunque me da la impresión de que la Alianza de Civilizaciones es la que campa entre los valles y el inmenso mar, cursileria en estado puro digna de una pelicula de Disney.

Ama a la Patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos de libertad.

¿El fundamento de amar a la Patria es que sabe abrazar pueblos en libertad? tanto lirismo parece que esconde un tufillo de autodeterminación.

Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz.

Lo de gloria a los hijos es indudablemente sexista, ¿que pasa con las hijas? cuán necesaria es EpC, se lo perdonamos al señor por su profusa formación musical e histórica, ¡ah! que no la tiene.

La traca final con expresa referencia a la democracia, pues que quiere que le diga eso excluye a todos los hijos de España de mediados del siglo XIX para atrás, ¿como cantar la gloria de los Reyes Católicos, de Gonzalo Fernández de Córdoba, de Cervantes, Goya, Pizarro, Palafox o Churruca si no abrazaron el credo de un régimen político imperante cinco siglos después?

La conclusión es clara, una letra de preescolar, poco trabajada y mediocre que no ha gustado a casi nadie, ejemplo manifiesto de que un pentagrama no soporta cualquier cosa.