Hoy en Murcia estamos de fiestecica local, el Bando de la Huerta vuelve a hacernos rememorar, una vez más, los origenes de este cálida tierra. El año pasado me despaché agusto, lo reconozco, con un artículo titulado el bando de la mierda, y es que pese al tímido esfuerzo de las autoridades locales para poner freno a ciertos excesos, cada año vemos que el abismo que separa el Bando de la Huerta oficial de aquel protagonizado por buena parte de la lozanía de la tierra es cada vez más amplio, yo diría que insuperable.
El Bando de la Huerta, como su propio nombre indica es una fiesta de exaltación de la tierra, costumbrista y típico por antonomasia, los de esta latitud lo sabemos bien, y casi nadie se puede mantener al margen de la ola de zaragüelles, refajos y chalecos de este primera martes de pascua de resurrección con olor a morcilla y salchicha, que le vamos a hacer los origenes tiran, y en Murcia también.
Por un lado tenemos el que podriamos llamar el bando oficial, el de los actos de las peñas huertanas, las barracas con suculentas viandas de la tierra, la ofrenda a la Virgen de la Fuensanta, patrona de la ciudad y su huerta, del desfile del propio bando y el de las guapas féminas de esta tierra con el traje tipico, bonita expresión de la tierra, aquí el Ayuntamiento y la Federación de Peñas han hecho una excelsa labor de popularización, el bando es todo menos una fiesta de unos pocos, el que quiere participa, lo malo es la canalización de esa participación.
Y es que existe otro Bando de la Huerta, el bando polémicamente mostrado por TVE y que tanto revuelo produjo, ese es el bando de los excesos etílicos a ritmo de Shakira, de los orines por algunas muy concretas calles capitalinas, de las borracheras a horas vespertinas y del grotesco espectáculo de ver a una chica con el traje masculino, aderezado por las omnipresentes zapatillas de deporte y las medias huertanas a modo de calceta remangada.
Este segundo es el popularizado por gran parte de la gente joven, hay muchos que lo viven con alegria, no estamos ya en Semana Santa y el clima y la fiesta es para echarse a la calle y disfrutar, pero otros han encontrado en este dia una patente de corso para hacer cualquier acto vandálico, y esa es la pena, ver como se ha degenerado la fiesta; muchos me podrán decir que esto pasa en todos los festejos de cierta entidad, como a las Fallas o los Sanfermines, pero a mi eso no me sirve de consuelo, y no exagero, puede ser un verdadero acto temerario recorrer la Plaza de la Universidad a partir de las tres de la tarde de hoy, y cualquier murciano que lea esto sabe que no exagero un apice.
A los de esta tierra, os deseo que paséis buen dia y cuidadin con los excesos culinarios, que las barracas están toda la semana, a los visitantes que se queden con la parte buena de esta costumbrista celebración, a los efébos de hormonas calientes y ardores en celo, bueno estos ya no estarán para leer nada, y al Ayuntamiento que le deseo suerte con su campaña para vestir con éxito el traje regional, aunque creo que ha sido un poco flojita y timorata, ya que la moda es otra, todos sabemos cual.
El Bando de la Huerta, como su propio nombre indica es una fiesta de exaltación de la tierra, costumbrista y típico por antonomasia, los de esta latitud lo sabemos bien, y casi nadie se puede mantener al margen de la ola de zaragüelles, refajos y chalecos de este primera martes de pascua de resurrección con olor a morcilla y salchicha, que le vamos a hacer los origenes tiran, y en Murcia también.
Por un lado tenemos el que podriamos llamar el bando oficial, el de los actos de las peñas huertanas, las barracas con suculentas viandas de la tierra, la ofrenda a la Virgen de la Fuensanta, patrona de la ciudad y su huerta, del desfile del propio bando y el de las guapas féminas de esta tierra con el traje tipico, bonita expresión de la tierra, aquí el Ayuntamiento y la Federación de Peñas han hecho una excelsa labor de popularización, el bando es todo menos una fiesta de unos pocos, el que quiere participa, lo malo es la canalización de esa participación.
Y es que existe otro Bando de la Huerta, el bando polémicamente mostrado por TVE y que tanto revuelo produjo, ese es el bando de los excesos etílicos a ritmo de Shakira, de los orines por algunas muy concretas calles capitalinas, de las borracheras a horas vespertinas y del grotesco espectáculo de ver a una chica con el traje masculino, aderezado por las omnipresentes zapatillas de deporte y las medias huertanas a modo de calceta remangada.
Este segundo es el popularizado por gran parte de la gente joven, hay muchos que lo viven con alegria, no estamos ya en Semana Santa y el clima y la fiesta es para echarse a la calle y disfrutar, pero otros han encontrado en este dia una patente de corso para hacer cualquier acto vandálico, y esa es la pena, ver como se ha degenerado la fiesta; muchos me podrán decir que esto pasa en todos los festejos de cierta entidad, como a las Fallas o los Sanfermines, pero a mi eso no me sirve de consuelo, y no exagero, puede ser un verdadero acto temerario recorrer la Plaza de la Universidad a partir de las tres de la tarde de hoy, y cualquier murciano que lea esto sabe que no exagero un apice.
A los de esta tierra, os deseo que paséis buen dia y cuidadin con los excesos culinarios, que las barracas están toda la semana, a los visitantes que se queden con la parte buena de esta costumbrista celebración, a los efébos de hormonas calientes y ardores en celo, bueno estos ya no estarán para leer nada, y al Ayuntamiento que le deseo suerte con su campaña para vestir con éxito el traje regional, aunque creo que ha sido un poco flojita y timorata, ya que la moda es otra, todos sabemos cual.
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