Los silencios de Mariano

Hace más de quince dias que fueron las Elecciones Generales, una nueva victoria de ZP y una derrota para el PP, edulcorada a posteriori, que no dulce. El generalato genovés acudió, con el registrador de Santa Pola al frente, a lamerse sus heridad a las Fallas de Valencia, y a descansar del ajetreo electoral, de eso hace ya un tiempo prudencial.

Rajoy llegó a la tierra de las naranjas y del fuego a desintoxicarse y a mascullar con algunos de los fieles, poco más ha trascendido desde la idílica imagen del derrotado lider popular entre ninots coloridos y falleras infantiles que la apresurada retirada de Eduardo Zaplana, pero ¿que pasa en Génova 13? ¿sigue Rajoy en Valencia tomando paella y horchata? y es que, frente a la actividad en el Partido Socialista, que si Rubalcaba se va, que si Blanco ministro, que si Alonso portavoz y un tal José Bono, los nacionalistas vascos y sus cosas en la Mesa del Congreso, en el Partido Popular todo es quietud y mansedumbre franciscana.

Esta aparente tranquilidad, a riesgo de parecer desidia o improvisación, no me gusta nada. Zaplana ya fenecido como portavoz parlamentario tiene que asumir las funciones del cargo y verselas con los socialistas mientras los soyayos empizarrados se reparten los puestecicos parlamentarios. Mal empezamos señores populares si la candidatura a la portavocia de la Cámara Baja se la disputan la polifacetica Soraya y el locuaz orador Pizarro (González Pons es otra cosa, canela fina)

Todo se resolverá si, la semana que viene, cuando el lider renacido de sus cenizas cual ave fénix, congreso mediante y esto es lo que hay, proponga ante las baronías y arciprestazgos populares los nombres que deberán devolver las glorias pasadas al grupo parlamentario popular en este segunda legislatura zapatera pero, a dia de hoy frente a un Partido Socialista que hierve y se ve vivo, la iniciativa es suya, los silencios de Mariano no me denotan nada positivo, y va ya para quince dias.