Reseñas biográficas: 70 años del asesinato de Calvo Sotelo

Hijo del juez Pedro Calvo y Camina, y de Elisa Sotelo Lafuente, la profesión de su padre explica los numerosos cambios de residencia a los que se vio sometido durante su infancia y primera juventud. Licenciado en Derecho por la Facultad de Zaragoza con matricula de honor, doctorandose en la Universidad Central (Madrid) con la tesis El abuso del derecho como limitación del derecho subjetivo, fue el primer jurista español que trata este tema y posteriormente citado por el Tribunal Supremo en algunas de sus sentencias.

Fue habitual del Ateneo de Madrid donde participó activamente de algunos de sus debates, siendo en este foro donde polemizó por vez primera con Manuel Azaña; vinculado al maurismo, pronto Calvo Sotelo participa activamente en actos políticos de la citada ideología, actividad que compatibiliza, ademas de con la profesional, con algunas colaboraciones en diarios de la época. Principal precursor de la mutualidad obrera en su escrito El proletariado ante el socialismo y el maurismo.

Gana la oposición de Abogado del Estado, siendo el primero de su promoción. Fue secretario personal de Antonio Maura en el Gobierno de 1918 e impulsó desde su puesto la primera reforma del Régimen Local. Diputado nacional por Orense en 1919, se caracterizó por ser un orador locuaz y vehemente preocupado por los problemas sociales. Firmó en ese mismo año el Manifiesto de la Democracia Cristiana, introduciendo en él abundantes referencias sociales.

Pierde, sin embargo, su acta de diputado un año después, pese a las argumentaciones de varios notarios sobre las ilegalidades del recuento que le afectaban.

Siendo Dato asesinado en 1921, es designado Gobernador Civil de la plaza de Valencia, puesto en el que permaneció algo más de un año.

Durante la dictadura del General Primo de Rivera fue Director General de Administación Local, elaborando el Estatuto Municipal en 1924 con cierto carácter autonomista. Posteriormente ocupó la cartera de Ministro de Hacienda, siendo uno de los ministros más destacados de la dictadura.

Con la llegada de la II República se exilió, si bien regresó pronto y fundó Renovación Española, destacando de entre los políticos de derechas, posteriormente funda el Bloque Nacional, donde intentó unir sin demasiado éxito a derechistas, monárquicos alfonsinos y carlistas.

Muy crítico con el sistema republicano, en especial con la coalición de izquierdas gobernante en 1936, el Frente Popular.

Tras el asesinato del guardia de asalto socialista José Castillo, el 13 de julio de 1936, un grupo de Juventudes Socialistas, guardias de asalto a la sazón, irrumpió en el domicilio de Calvo Sotelo a las tres de la madrugada con una orden de detención falsa y se llevó al diputado conservador. Su cadáver fue abandonado en el depósito de un cementario madrileño.