
En momentos de crisis, y precisamente en una entrevista dedicada a hablar de ello, el presidente del congreso, y conocido cacique de La Mancha señoritosociatalista de antigua cuña, sorprendió a propios y extraños con una melena que haría enrojecer a otros habituales del injerto como Raphael, consuegro por cierto, del anterior ministro de Defensa.
Bono sin duda tiene un sueldo que le permite hacerse retoquitos como éste, y es que mientras unos diputados optan por la eliminación del bigote aznarino, véase Martínez Pujalte, el presidente de la Cámara Baja se decanta por el clásico de tapar la alopecia, que por otra parte no es más que signo de vetusta experiencia tal vez para parecer más juvenil.
Lo siguiente podrá ser ver a Rajoy desfilar por la Carrera de San Jerónimo provisto de rastas, pero ni aún así.
2 comentarios:
Aznar se quitó el bigote (bueno, se dejó pelusilla, por eso de la reputación) y se dejó melenita. Ahora parece que ha creado tendencia.
Por cierto, hay un artículo en mi blog sobre Rosa Díez que quizá te interese.
Un saludo.
Aznar estaba mucho mejor con su anterior corte de pelo, pero bueno, habrá que perdonarle la extravagancia.
Leido y glosado tu artículo de referencia.
Saludos.
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