Las cifras de paro disparan las alarmas en el INEM

Como cada vez que los socialistas llegan al poder, el paro alcanza cifras históricas. Ni Zapatero ha podido dejar de calificar los datos del mes de agosto como objetivamente negativos, más de dos millones y medio de desempleados y es más que probable que se alcance la siniestra cifra de los tres millones en menos de seis meses si se sigue con la tendencia actual.

Tras la publicación de estos datos el ministro de trabajo e inmigración ha dejado caer la posibilidad de que el INEM podria llegar al déficit por el mayor gasto que supone afrontar la ingente cantidad de subsidios por desempleo y ayudas varias que la legislación social prevé. Aunque existe un leve excedente de los tiempos del superávit, la oleada de desempleados, muchos de ellos sin cualificacion y de muy dificil colocación, podrían comerse la pequeña reserva en pocos meses, debiendo de tirar de los Presupuestos Generales del Estado para poder salvar la situación.

Al margen del drama y angustia que supone el desempleo y la falta de recursos para poder mantener a una familia, no deja de ser paradójica y muy esclarecedora aquella frase de Zapatero en la que señalaba que cualquier dato negativo del paro durante su mandato sería siempre mejor que las cifras obtenidas por Aznar. La enésima metedura de pata del inquilino de La Moncloa que ve como se ha fagocitado hasta las últimas migajas de la herencia recibida.

Ahora, las recetas que ofenden a la inteligencia más elemental, son la recolocación de los desempleados (no sabemos donde pues la economía española destruye empleo cada minuto), cursos de formación (sin especificar para qué, entre otras cosas porque no se sabe donde), regalo de bombillas de bajo consumo (se supone que para paliar el recibo de la luz) y la contratación pública (tal vez en el teléfono de la esperanza para varones propiciado por la Bibiana). Que lejos queda aquel horizonte del pleno empleo ¿verdad?